Al insistir en que ya quedaron atrás los tiempos en que los agentes de tránsito tenían que cumplir con una cuota mínima de multas a aplicar en lo general y especialmente en lo que tiene que ver con conductores en estado inconveniente, el director de Vialidad y Movilidad Urbana en Torreón, Luis Morales Cortés, destacó la efectividad que, asegura, a favor de la prevención de accidentes ha comenzado a tener la modalidad bajo la cual actualmente se realizan las acciones del denominado operativo “alcoholímetro”, con el que semanalmente se sancionan apenas entre ocho y 10 automovilistas.
Se refirió a que ahora no hay más una cacería de automovilistas, y a que elementos operativos ya no traen un bastón para la detección de casos de conductores con aliento alcohólico, lo que más allá de ser una herramienta de trabajo era un instrumento que buscaba poner en un predicamento a los automovilistas para multarlos o terminar por conseguir “un arreglo en corto”.
Mencionó también que ahora con puntos de revisión en puntos fijos cada fin de semana, el operativo “alcoholímetro” ha funcionado bien, y es que aún cuando hay quienes pronto comienzan a divulgar la ubicación de los filtros, eso no ha impedido que se siga detectando a personas que infringen la ley al conducir con un índice superior a 0.40 grados de alcohol, como se constata al someterse a la prueba correspondiente.
De acuerdo con el funcionario, después de que durante parte del mes pasado el operativo se mantuvo en fase de socialización, sin endurecer la aplicación de castigos, comenzaron a hacerse efectivas en un promedio semanal de ocho a 10 caso, cantidad que resulta ser aún muy inferior a las alrededor de 100 que en ocasiones se llegaban a registrar en un fin de semana, de ahí que en cifras acumuladas al año llegaban a contabilizarse en el pasado alrededor de mil 700.
“No obstante, aun cuando realmente era un número muy importante de sanciones, eso nunca incidió en las estadística de porcentaje de conductores en estado de ebriedad, ni en la disminución de accidentes viales con consecuencias fatales provocados por conductores en estado de ebriedad”, agregó.
Morales Cortés tiene claro que “la disminución de las infracciones obedece a que ahora no hay una cuota de infracciones, ahora los agente no tienen que cumplir con una medida”.
Dijo que eso se refleja también en el hecho de que el pasado mes de enero, en comparación con el mismo período del año anterior, se registró una disminución de más de 23 mil a apenas alrededor de cinco mil 500 multas por infracciones, una diferencia del 76 por ciento.
Por último, recordó que el costo económico al que debe hacer frente un automovilista que es sorprendido conduciendo en estado inconveniente puede llegar a ser de entre 12 mil y 15 mil pesos, lo que incluye tanto el pago de multas, arrastre de grúa y pago de pensión por el resguardo de vehículo, como lo correspondiente a las implicaciones legales que ameritan su consignación al Ministerio Público por estar tipificada esta falta como un delito.