Si bien consideró que se logró superar ya la crisis del agua, pues se cuenta ya con nuevas fuentes de abastecimiento con las que se puede cubrir la demanda del vital líquido, el alcalde Román Alberto Cepeda González reconoció que aún hay retos importantes que se deben atender para lograr un suministro eficiente, y en ese sentido dijo que el siguiente paso será precisamente el de comenzar a invertir en los necesarios trabajos de reposición de las tuberías de la red de conducción de la ciudad, para lo cual de la mano con las autoridades estatales se mantiene vigente la búsqueda de apoyo económico federal.
Hizo notar que se trata de un reto sumamente difícil de abordar, sobre todo por el alto costo que implica renovar la red hidráulica de Torreón, de ahí que se espere poder contar con ayuda estatal y sobre todo la que pueda concretarse de origen federal que ya inicialmente se había contemplado como parte de las obras complementarias del proyecto Agua Saludable para la Laguna (ASL).
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De acuerdo con el alcalde, antes de que concluya el presente año se espera poder dejar bien definido con qué recursos, y de qué origen, se contará o no para poder iniciar con las obras orientadas a hacer más eficiente la red de distribución de agua potable, pero anticipó que, aunque sea en una etapa inicial, los primeros trabajos deberán comenzar a realizarse desde enero del 2025, a partir del inicio de la nueva administración municipal.
Sobre el costo que implica muy necesaria reposición de tuberías de agua, comentó que Torreón cuenta con cerca de dos mil 500 kilómetros de líneas de conducción, y según estimaciones renovar cada kilómetro podría requerir una inversión de entre un millón y un millón 100 mil pesos.
En ese sentido, reconoció que el reto es complicado porque para poder enfrentarlo se necesitaría invertir alrededor de dos mil 500 a tres mil millones de pesos, de manera que lo más factible será empezar por la reposición de las tuberías más antiguas y con mayores deficiencias, que son las que tienen una antigüedad que data desde hace entre 50 y 70 años.
Sobre cómo se logró avanzar luego de la crisis del agua que se vivía al inicio de la actual administración, Cepeda González comentó que en menos de tres años se habilitaron nada menos que 30 nuevos pozos de extracción, de los cuales solo cuatro quedan por entregarse. Además, comenzó a recibirse una primera dotación del líquido proveniente del sistema ASL.
Aclaró que aún queda esperar a que el proyecto de Agua Saludable para La Laguna quede debidamente definido, ya con los costos de operación que tendrá que cubrir Torreón a cambio de la recepción del líquido que le corresponde.
Por lo pronto, los nuevos pozos habilitados, aunado a ese proyecto, le generan a Torreón certeza de que cuenta con la proveeduría necesaria de agua, pero el siguiente reto, insistió, es precisamente fortalecer la infraestructura de conducción del líquido.
Habló en ese sentido de que, al contar con mayor volumen y presión de agua en las tuberías, ha incrementado la incidencia de fugas que deben repararse, de ahí la necesidad de renovar la red de distribución