Luego de muchos años de inactividad para la mayoría de sus locatarios, y de bajas ventas para los pocos que persistieron en su actividad pese a la adversidad, el antiguo mercado Francisco I. Madero ha comenzado a cobrar vida nueva.
Desde que se anunció que a sólo una cuadra del mercado se instalaría la sede del nuevo Centro de Justicia Municipal, y más aún desde que el mismo fue oficialmente inaugurado hace apenas unos días, se ha afianzado la expectativa de que finalmente están por venir buenos tiempos para los comerciantes de este tradicional centro de abasto, por lo que con gran entusiasmo han estado trabajando en el reacondicionamiento de sus locales y preparándose para un importante crecimiento en la afluencia de posibles clientes.
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Fundado hace ya 72 años, la actividad del popular Mercado Madero empezó su declive hace un par de décadas, pero lo peor comenzó a suceder hace nueve años cuando el Hospital General Torreón que siempre había funcionado a unos metros de distancia, en avenida Artes Gráficas y calle 9, fue reubicado a sus nuevas instalaciones en el sector oriente de la ciudad, junto a la plaza del manto de la virgen.
A partir de entonces, el desplome en las ventas fue tal que terminaron por cerrar sus puertas el 80 por ciento de un total de 40 locales comerciales, y es que además al poco tiempo dejaron de funcionar en el sector dos plantas maquiladoras de ropa que también proveían algunos clientes permanentes a aquellos negocios dedicados a la venta de alimentos preparados, según lo comenta el presidente de la Unión de Locatarios del Mercado Madero, Samuel González Pérez, quien además hizo notar que la pandemia por Covid-19 fue de alguna manera y encima de todo, el golpe más duro para los pocos agremiados que se mantenían activos, ya que se vieron obligados a bajar las cortinas de sus establecimientos y posteriormente difícilmente pudieron reactivarlos.
González Pérez reconoce que la reconstrucción y acondicionamiento del edificio del antiguo Hospital General para convertirlo en la sede del Centro de Justicia Municipal, no sólo implica un gran acierto al colocar a Torreón como un municipio a la vanguardia a nivel nacional en materia de justicia cívica con un modelo apegado a protocolos internacionales, sino que además representa ahora nada menos que la reactivación comercial y económica de un mercado tradicional, del que dependen un total de 40 familias, y en general de una buena parte del segundo cuadro de la ciudad.
En su opinión, todo parece indicar que está por venir una de las mejores etapas para el Mercado Madero, que a principio de la década de los años cincuenta del siglo pasado fue fundado por un grupo de entusiastas comerciantes que instalaron ahí los primeros puestos de venta, entre ellos sus padres Francisco González y Elisa Pérez.
Hizo notar que entre los locales que se mantuvieron abiertos aún en los tiempos más difíciles, destacan los dedicados a la venta de alimentos preparados, principalmente gorditas y lonches, así como una carnicería, una tienda miscelánea y un par de fruterías, donde la oferta comercial ya ha comenzado a diversificarse nuevamente, siempre bajo la premisa de brindar a la clientela los productos de la mejor calidad y a costos realmente accesibles, al alcance de todos.