Luego de que durante el pasado lunes se mantuvo fuera de operación debido a una falla en el servicio de internet que es indispensable para su funcionamiento, este martes la sucursal del Banco de Bienestar del centro de la ciudad de Torreón finamente pudo comenzar a realizar los pagos de las pensiones que el gobierno federal brinda mensualmente a los adultos mayores.
Ahí, la fila de personas formadas para recibir su pago, desde muy temprana hora lució más larga que lo habitual, y es que muchos de los pensionados que no pudieron recibir su apoyo el lunes, se sumaron a los que de acuerdo con la programación establecida en orden alfabético debían ser atendidos durante el martes.
Ahí estuvieron una vez más los madrugadores, adultos mayores que tienen la costumbre de ir a formarse desde las tres o cuatro de la mañana con el único fin de ser de los primeros en la fila para recibir su dinero, en esta ocasión los cuatro mil 800 pesos que corresponden a la última pensión bimestral del año.
Cecilio Arreola Torres, vecino de la colonia Eduardo Guerra, quien cada dos meses acude puntual a la cita para recibir el beneficio, se dice respetuoso de quienes madrugan para ir al banco por su pensión, pero considera que en realidad eso es algo totalmente innecesario.
Comenta que no tiene ningún caso “desmañanarse” porque el banco abre a las nueve de la mañana, y si todo funciona en orden, sin fallas en el sistema o en el Internet, en menos de dos horas logra ser atendida cualquier persona que llegue a formarse en el último lugar de la fila, y en la medida en que avanza el día el tiempo de espera se reduce.
“Hay gente que tiene la costumbre de levantarse demasiado temprano, y cada quien tiene su gusto, pero no es necesario; es mejor a la hora que debe de ser”, comenta.
Opina que la atención podría ser mucho más ágil en el Banco del Bienestar de la calle Rodríguez, en el centro de Torreón, si en lugar de una o dos cajas en operación se habilitaran tres o cuatro.
Por otra parte, Don Cecilio, se muestra agradecido con la posibilidad que tiene de ser uno de los beneficiarios de la Pensión para el Bienestar de los Adultos Mayores, pues considera esto una gran ayuda para quienes, como él, ya no tienen la posibilidad de trabajar y ni siquiera alcanzaron legalmente a ser reconocidos como pensionados del Seguro Social.
Por fortuna, al igual que él su esposa cuenta también con Pensión del Bienestar, así que entre los dos se las arreglan para hacer rendir el gasto en su casa, lo cual es muy complicado, tanto que a veces el dinero que reciben no les dura ni un mes.
Cree que con el incremento en las pensiones que se ha anunciado para el próximo año será un gran beneficio que ya dependerá de cada derechohabiente hacer rendir, porque “hay quienes mientras más ganan, más dinero tiran, muchos se van a las caguamas, y así menos les alcanza”.