Torreón, Coahuila.- Como parte de los esfuerzos orientados a por lo menos atenuar la crisis financiera por la que atraviesa, la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) espera poder alcanzar pronto un ahorro anual de aproximadamente 127 millones de pesos, al continuar para ello con el proceso de depuración que ya emprendió el pasado mes de enero para prescindir gradualmente de los servicios de todos sus trabajadores que han venido prestando sus servicios bajo contratos eventuales, mismos que simplemente ya no se renovarán.
La intención en este caso es comenzar a atacar uno de los tres principales problemas que mantienen a la casa de estudios en crisis, y que tienen que ver con un esquema inequitativo de financiamiento federal, un sistema de pensiones sin sustento, y la pesada carga financiera que representa la operación de tres hospitales universitarios, según lo manifestó el rector de la institución, Salvador Hernández Vélez.
Recordó que ya desde mediados de enero pasado se tomó la decisión de no renovar contratos eventuales a un total de 611 trabajadores universitarios eventuales, lo que de inicio representa un ahorro anual inicial de 57 millones de pesos.
El reto ahora es alcanzar un ahorro adicional de 70 millones de pesos más, para lo cual se ha establecido como meta de aquí al mes de marzo suspender la renovación de otros 500 contratos eventuales, al tiempo que ya comienza a avanzarse para depurar también al menos parte del personal docente que cuenta con dobles plazas de trabajo con tiempo completo, una de estas en la UA de C y la segunda en algún otra institución educativa.
Sobre esto último, dijo que se trata de una situación irregular que ya ha sido observada tanto por la Auditoría Superior de la Federación como de la Auditoría Estatal, por lo que a la Autónoma de Coahuila no le queda más que agotar los citatorios en lo individual a cada uno de los docentes que se encuentran en ese supuesto, para darles la oportunidad de optar por conservar su plaza de tiempo completo sólo en una institución académica.
De acuerdo con Hernández Vélez, las principales causas de la crítica situación que envuelve a la UA de C y a las universidades públicas a nivel nacional han sido debidamente identificadas y reconocidas a través de un estudio por la Dirección General de Educación Superior Universitaria dependiente de la SEP Federal.
Por lo que se refiere a la inequidad en el financiamiento a favor de las universidades autónomas, refirió que en el caso de la UA de C el soporte de sus operaciones se da en partes iguales con recursos estatales y federales.
No se puede hablar de equidad, dijo, si se considera que la UNAM es soportada exclusivamente con recursos federales en tanto que hay casos como los de las Universidades Autónomas de Nuevo León y Zacatecas cuyo sustento proviene en un 75 por ciento de la federación.
Y en lo que tiene que ver con la crisis en el sistema de pensiones de la Universidad Autónoma de Coahuila, la situación estriba en que los recursos que se destinan a cubrir este rubro a trabajadores que concluyeron su vida laboral o a sus viudas o viudos, no están contemplados en ningún rubro del presupuesto, y sin embargo representan una carga anual que del 2018 al 2022 creció de 320 a 480 millones de pesos, y que para el 2030 podría alcanzar los 700 millones.
Salvador Hernández Vélez comenta en relación con el problema que representa la operación de tres hospitales a cargo de la UA de C, que el principal inconveniente es que se tiene que cubrir la nómina de alrededor de mil 200 trabajadores, responsabilidad que hace tiempo tendría que haber asumido la federación a través de la Secretaría de Salud.
Es por eso que como parte de las medidas prioritarias se ha tenido que comenzar por actuar para reducir los gastos por concepto de nómina, rubro al que se destina cerca del 94 por ciento de los alrededor de dos mil 800 millones de pesos que la institución ejerce en su presupuesto anual.
