Torreón, Coahuila.- La tarde de este miércoles un centenar de personas realizó una marcha denominada por la paz desde la parroquia de Fátima hasta la plaza de la mujer, esto en la colonia Lázaro Cárdenas en donde mujeres niños y personas adultas lanzaron un mensaje pacífico a la sociedad y vestidos de blanco participaron en una misa especial.
Durante todo el recorrido cabe mencionar que los integrantes de esta marcha fueron escoltados por unidades de la Dirección de Tránsito y Vialidad así como de la Policía Municipal de Torreón.
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En contexto cabe mencionar que estas actividades fueron motivadas por la Iglesia Católica a nivel nacional como parte como parte de las protestas por los asesinatos de sacerdotes así como la violencia que se ha desatado en todo el país y también por las personas desaparecidas.
El contingente vestido de blanco entre mujeres y niños llegó hasta la Plaza de la Mujer donde se ofició una Misa especial a cargo del Diácono, de la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima, José Buendía.
El prelado dijo que es triste la situación por la que está viviendo la sociedad mexicana, relató testimonios personales y de quienes han padecido la violencia y la tragedia.
“En México todos los días 100 personas mueren todos los días, por eso quisimos hacer esta marcha a la Plaza de la Mujer, donde le decimos a María que las mujeres sufren todos los días, no pueden salir a la calle sin sufrir acoso”, explicó.
“Escucha señor a tu pueblo” resonó entre los participantes de la liturgia especial en honor a los sacerdotes, personas y resto de la sociedad que han muerto o desaparecido en la Comarca Lagunera.
“La Paz no es ausencia de guerra, la violencia tiene muchos días rostros, pobreza, hambre, destrucción, hace poquitos días mataron a un hermano nuestro aquí cerca, pero no va haber paz si no va haber justicia, lamentablemente las estrategias a veces no funcionan, no escuchan el grito del dolor, no escuchan el grito del sufrimiento, muchos cierran sus ojos ante la violencia; no podemos seguir en este clima de violencia”, expuso.
Sobre la cancha de usos múltiples donde se acondicionó un altar provisional para la ocasión, se colocaron fotografías grandes y lonas con los rostros de las personas asesinadas y quienes siguen sin aparecer.
El sacerdote reflexionó sobre las enseñanzas del sumo pontífice respecto al vacío que existe generacionalmente, ya que citó el distanciamiento entre las personas más jóvenes y los ancianos.
“Que en este lugar de reunión el ejemplo de María sepamos vivir como hijos de ella”