¡Una auténtica pesadilla!: periodista mexicana en España

“Quédense en casa, están a tiempo”, aconseja a sus paisanos

Alberto Triana | Noticias de El Sol de La Laguna

  · sábado 4 de abril de 2020

Periodista mexicana narra su experiencia en uno de los países más afectados por Covid-19. / Foto: Cortesía

Torreón, Coahuila.- “Una pesadilla, una auténtica pesadilla” fue la primera descripción de la periodista mexicana Margarita Morales Esparza sobre su actual experiencia en España, segundo país con más muertos por Covid-19, supera los 10 mil.

Nació en Parral, Chihuahua, pero se considera lagunera por adopción, pues vivió en esta región durante un buen tiempo, incluso terminó sus estudios en el Instituto Superior de Ciencia y Tecnología, A. C. (Iscytac), ahora Universidad La Salle, además de desempeñarse como reportera por cuatro años en La Opinión.

Ahora se dedica a las ventas, escribe colaboraciones para un diario y gestiona redes sociales de una asociación de un escritor valenciano que murió a principios del siglo pasado, llamado Vicente Blasco Ibáñez.

El próximo 7 abril, cumplirá 16 años viviendo en Europa.

- ¿Por qué decidiste irte a España?

“Me casé con un español, un valenciano y vivo en una población cercana a Valencia capital, llamada Ribarroja del Túria. Tiene cerca de 22 mil habitantes. Es algo parecido a Lerdo, pero con más movimiento”.

- ¿Cómo está la situación?

“Muy pero muy crítica. No sólo en el tema sanitario, sino en lo que ya se está derivando, como la economía. Creo que tanto el Gobierno español, como los mismos ciudadanos, veían la situación en China como algo lejano, algo que sólo era de los chinos y nunca pensaron que en el país el virus brotaría de manera desbordada”.

- ¿Cómo implementan el aislamiento?

“¡Como de película! y no solo el aislamiento, sino lo que se está viendo por los medios y lo que va uno compartiendo con sus amistades o familiares. Encerrar a un español no es cosa fácil. Son personas que tienen el sentir latino. El español está acostumbrado a hacer su vida social en la calle, en un bar, en un restaurante... así que mucha gente está llevando muy mal el encierro, no sólo porque se nos han privado de andar libremente en la calle, sino porque una gran mayoría de ciudadanos viven en pisos, departamentos que son pequeños y no es fácil vivir así durante varias semanas”.

- ¿Hay toque de queda?

“La medida aquí se realiza porque fue un decreto de Estado de Alarma, lo cual no quiere decir que esto sea un ´estado de guerra´, o algo así, te lo digo porque me han comentado amistades de México y familia, que algunos medios han ´bautizado´ a esta situación con ese término y eso no es así. El hecho de que el Ejército y los diferentes cuerpos de seguridad que tiene el país anden en las calles, no significa que sea porque estemos en un estado de sitio (toque de queda) sino porque tienen que controlar que la sociedad española cumpla con el confinamiento”.

- ¿Hay sanciones por no respetar la cuarentena?

“Sí. A los pocos días de haber empezado el confinamiento, el Gobierno dio a conocer que se aplicarían multas a quienes infrinjan la medida y las multas han ido en aumento. Al principio eran económicas, pero ya han pasado a ser penales, o sea cárcel. Sí podemos salir de casa, pero está limitada la salida, solo para hacer la compra de alimentación, la farmacia o combustible, siempre y cuando se justifique. También se hace la venta online, pero con ciertas restricciones. Por ejemplo, las mismas webs de ciertos supermercados indican en su portada que la venta online está restringida a personas mayores, embarazadas o enfermas, y para comprobar eso el supermercado, pide el número del DNI (Documento Nacional de Identidad) lo que equivale a nuestra credencial de elector”.

- ¿Qué es lo más fuerte para ti de esta problemática?

“Que la gente no va a aprender la lección. Hoy en día se habla de tanto de lo que nos habíamos perdido antes, pero eso se hace desde el encierro, que invita a reflexionar, a analizar, pero segura estoy que cuando esto empiece a mitigar, porque terminar de un día para otro será imposible, el ser humano no habrá aprendido la lección. Lo más fuerte que vivo es la impotencia de no poder ayudar en los sitios críticos, como voluntaria, como periodista, y no puedo porque tengo dos hijas que cuidar en casa. Pero si pudiera, no dudaría en arrimar el hombro de manera presencial. Lo que hago es ayudar a dos vecinas a hacerles la compra cada semana Una es mujer muy mayor de edad que por estas circunstancias no puede salir de su casa, y la otra es una vecina de edad madura, cuyo padre la visitó antes del confinamiento y se regresó a Bilbao, donde vive y al día siguiente empezó con los síntomas. Le detectaron que se había contagiado y, por lo tanto, mi vecina se tuvo que asilar completamente. Tengo que hacerles la compra a ambas, por sus circunstancias. Aunque sea poquito, pero aporto un granito de arena a esta situación”.

- ¿Qué consejo le das a tus paisanos ante esta crisis sanitaria?

“Creo que dentro de lo que cabe, los mexicanos están a tiempo de que el virus no se propague como ha sucedido aquí. Con acatar el aislamiento, que por mucho que cueste, vale lo que vale la salud, más que la economía. No salir a la calle más que para lo necesario, no hacer vida social, mentalizarse de la importancia de usar guantes y mascarilla al salir para todo y ser muy escrupulosos y hasta exagerados en los cuidados de todo lo que tocan”.