Torreón, Coahuila. - Debido a que solamente es aprovechada menos del 10 por ciento del agua tratada disponible para su uso en los procesos de construcción de las empresas del ramo, la Dirección del Medio Ambiente del Ayuntamiento de Torreón, por conducto de su titular Felipe Vallejo López, exhortó a sus propietarios a corregir pronto tal situación antes de que eso vaya a comenzar a ser motivo de la aplicación de sanciones.

El tema lo abordó el funcionario al reunirse este martes con socios de la Cámara Mexicana de la industria de la Construcción (CMIC) Delegación Laguna, en su intención de llamarlos a que dejen de utilizar agua potable en los riegos de compactación y en otros procesos de las obras que ejecutan.

Según dijo, el llamado se hace al haberse cumplido un año de que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) otorgó una especie de concesión para que los 800 metros cúbicos del líquido que genera diariamente la planta tratadora de aguas residuales del Grupo Modelo, se destinarán precisamente a satisfacer las necesidades de consumo de las constructoras de la región, de lo cual se hizo partícipe al Municipio

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Vallejo explicó que, si no se ha procedido hasta ahora a aplicar multas o alguna otra medida de presión al respecto, es porque se consideró pertinente primero agotar una amplia campaña de concientización a favor de la disposición, y se creyó conveniente ahora hacer un apercibimiento general ante los socios de la CMIC en espera de que la respuesta mejore en el transcurso de los meses siguientes.

De hecho, no se descarta que se tenga que llegar a aplicar multas con base en la reglamentación municipal, pues reconoce que es motivo de preocupación el que agua que se debe destinar al consumo humano se emplee en procesos para los que ya se cuenta con una fuente de abastecimiento distinta, y que además en costo es muy similar.

Por otra parte, el funcionario reiteró su invitación a los constructores para que los residuos que generan en la realización de sus obras les den un manejo y destino final adecuado, preferentemente al llevarlos directamente al confinamiento del Cañón del Indio, en el entendido de que sólo cantidades menores, como las que transportan los carromateros, pueden aceptarse en los cinco centros de transferencia habilitados en distintos puntos de la ciudad.