¿Serán vendidos a la IBERO? El futuro de los terrenos de la UVM en Torreón tras su cierre

Tras el anuncio del cierre de la UVM en Torreón, surgen interrogantes sobre qué ocurrirá con sus instalaciones

Marielos Martín del Campo / El Sol de La Laguna

  · martes 12 de noviembre de 2024

La decisión de cerrar la UVM Torreón ha desatado dudas sobre el futuro de sus terrenos y se rumorea que podrían ser vendidos a la IBERO. / Foto: Especial

Luego de que este lunes 11 de noviembre se confirmara el cierre definitivo de la Universidad del Valle de México (UVM) Campus Torreón, a través de un comunicado dirigido a padres de familia y alumnos, varios rumores se han desatado en torno a la noticia, especialmente sobre qué sucederá con los terrenos de la institución una vez que deje de operar en 2025.

¿Por qué razón cerrará la UVM?

En el comunicado enviado por correo electrónico, la Universidad explicó que el cierre forma parte de “un nuevo enfoque en la prestación de los servicios educativos de la UVM en el país”. La institución indicó que concluirá sus operaciones una vez que terminen los ciclos académicos en curso, lo que ocurrirá a finales de enero de 2025.

Aunque para muchos la decisión fue sorpresiva, otros ya lo esperaban. Desde hace algunos meses, circulaban comentarios que indicaban que el campus de Torreón no contaba con la misma demanda de alumnos que al inicio de sus actividades en 2005.

“Se veía venir”, “Se tardaron en confirmar lo que ya sabíamos”, “Hay que fingir asombro”, expresaron algunos exalumnos en redes sociales.

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¿Qué pasará con los terrenos de UVM en Torreón?

Si bien el cierre está programado para finales de enero de 2025, ya ha comenzado a circular el rumor de que las instalaciones de la UVM podrían ser vendidas a la Universidad Iberoamericana (IBERO) Campus Torreón, ya que ambas instituciones están ubicadas una al lado de la otra.

Sin embargo, hasta el momento, esta información no ha sido confirmada por ninguna autoridad oficial. Habrá que esperar a que el cierre de la UVM se concrete para descubrir el verdadero destino de los terrenos que, durante más de dos décadas, fueron la casa de los llamados “Linces”.