Torreón, Coahuila. – En plantas purificadoras y envasadoras de agua, las autoridades sanitarias han intensificado las inspecciones de control y, en caso de irregularidades, la aplicación de sanciones administrativas y hasta clausuras.
El objetivo es prevenir anomalías y en su caso obligar a los infractores a subsanar en sus instalaciones y en sus procedimientos, deficiencias que puedan representar un riesgo para la salud de quienes compran para su consumo el agua que se procesa y envasa en los alrededores de 230 establecimientos del ramo que funcionan en Torreón, Matamoros y Viesca.
José Luna Riojas, titular del Departamento de Regulación y Fomento Sanitario de la Jurisdicción Sanitaria VI, dio a conocer que en lo que va del presente año suman ya por lo menos 10 os negocios de este tipo que han tenido que cubrir sanciones administrativas de alrededor de nueve mil pesos cada una, además de cumplir por períodos de suspensión de actividades a partir de clausuras que, en estos casos, sólo pueden quedar sin efecto hasta que se logra corregir la irregularidad constatada.
Comenta que son diversos los establecimientos de este giro, pero los más comunes son las llamadas plantas purificadoras, expendios y máquinas despachadoras, cuyas instalaciones siempre están sujetas por igual a la posibilidad de ser inspeccionadas ya sea de manera aleatoria o en atención a quejas o reportes ciudadanos específicos.
En cada visita a uno de estos negocios, según se explica, se revisan en primer término las condiciones de trabajo en instalaciones y con equipos e instrumentos que deben estar siempre limpios, y lo cual además debe ser constatado no sólo visualmente sino a través de las correspondientes bitácoras con los registros de mantenimiento, aseo, desinfección y fumigación para evitar la presencia de fauna nociva, además de que el personal debe estar sujeto a un programa de control sanitario.
En segundo lugar, pero no menos importante, se toman muestras del producto que se envasa para constatar que el mismo sea apto y libres de cualquier riesgo para el consumo humano. Para esto mismo, los encargados de los negocios deben mostrar los resultados de los análisis periódicos del agua, tanto bacteriológios como físico-químicos.
Luna Riojas puntualizó su exhorto a los consumidores de agua envasada a que se abstengan de comprar este tipo de productos cuando son distribuidas en vehículos que no tengan logotipos ni letreros visibles que indiquen el nombre de la marca o de la empresa que los distribuye.
Tampoco se debe comprar agua embotellada en envases sin marca visible, sin información sobre el origen o sin el sello de garantía con el que debe estar asegurada la tapa, pues sin estos elementos nadie puede tener garantía alguna de la calidad y pureza del líquido que se está adquiriendo.
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Para prevenir y en su caso sancionar irregularidades que representen un riesgo para la salud, se vigilan los negocios dedicados a la venta de agua. / Foto: Roberto Rodríguez Hernández | El Sol de La Laguna