Torreón, Coahuila. - El padre José Luis Escamilla Estrada, vicario de la Diócesis de Torreón y sacerdote responsable de la capilla en el Centro Saulo, dijo que se trata de una obra majestuosa, un complejo que se vio afectado por la pandemia, pero que están dispuestos a rescatar de la mano del Patronato que hoy encabeza don Alejandro Gidi Abugarade, para convertirlo nuevamente en la más importante casa de la familia religiosa.
“Este Centro Saulo cuenta con un patio central imponente (explanada) con capacidad para unas seis mil personas, un auditorio con capacidad para 800 personas, ocho salones de distintas dimensiones, su capilla para 400 personas, cocina y su casa de retiro con cincuenta habitaciones dobles. Es un complejo hecho con toda la mano”, destacó Escamilla Estrada.
- Te recomendamos: Todos invitados a las fiestas de Cristo Rey en Torreón
“Nos hemos propuesto, de la mano del Patronato, retomar la grandeza de este centro de servicio para la Diócesis, el cual requiere para su operación y mantenimiento unos dos millones de pesos anuales. De ahí que ya desde ahora se estén realizando actividades de todo tipo para la recaudación de fondos”, aseguró.
El patronato tuvo su inicio desde los tiempos del entonces obispo de la Diócesis, Luis Morales, y continúa adelante. “Urge ofrecerlo a las instituciones religiosas y a la comunidad en general, para volver a darle vida. Que se aprovechen todas las infraestructuras en salones, auditorio, explanada, capilla y casa de retiro, para obtener los recursos necesarios para su mantenimiento. En pocas palabras, vamos por el rescate del Centro Saulo”, reiteró el padre José Luis Escamilla.
SU FUNDACIÓN
El Centro Saulo es una institución fundada en noviembre de 1988 a iniciativa del entonces obispo de Torreón, don Luis Morales Reyes, en conjunto con un grupo de matrimonios preocupados por procurarles una formación integral a sus hijos. Planearon la creación de un centro que impulsara en la sociedad de la comarca lagunera una pastoral religiosa.
¿POR QUÉ CENTRO SAULO?
El entonces obispo de la Diócesis de Torreón, Luis Morales, había propuesto a los integrantes del Patronato que encabezaban la construcción de esta gran obra que la obra se hiciera en honor a San Pablo. Sin embargo, al constituirse como una A.C., no se podía utilizar el nombre de San Pablo, por lo que se empezó a buscar otro.
Fue entonces que se optó por el nombre de Saulo, que es el nombre que tenía San Pablo antes de su conversión a Cristo. Y por eso también el logotipo va en esa dirección: Centro Saulo, en honor de San Pablo.
En ese mismo año de 1987, el obispo de Torreón propuso encargar una estatua a Roma, una estatua de bronce de San Pablo que se encuentra en el centro del área de capacitación o Casa de Retiro (aún vigente). Esta estatua se pidió a Roma, donde se encontró una de dos metros y cuarenta centímetros de alto. Se propuso al Patronato adquirirla y se pagó el traslado desde Italia.
Esta estatua es la que está en una fuente que tiene tres niveles, porque cuando le cortaron la cabeza a San Pablo, dice la tradición que la cabeza dio tres brincos en el lugar donde lo decapitaron. En cada lugar donde pegó la cabeza, salió una fuente, que en Roma se llama “Las Tres Fuentes”, en italiano.