Mientas no se cuente con la capacidad instalada suficiente para responder a una demanda de servicios mayor a la que se atiende actualmente, no se podrá hacer valer en los hechos el carácter obligatorio que tiene dentro de la reglamentación vigente el cumplimiento de la verificación ecológica vehicular para los propietarios de los automóviles de todo tipo que a diario transitan por la ciudad de Torreón.
En tales condiciones, mientras no se concrete la apertura de uno o más nuevos centros de verificación, el cumplimiento en la práctica seguirá siendo estrictamente obligatorio para los concesionarios del transporte público, pues se trata de un requisito indispensable para que puedan tramitar el anual refrendo de sus títulos, en tanto que para la ciudadanía en general queda como un asunto de carácter voluntario que, por tanto, sólo atienden aquellos cuya responsabilidad y conciencia ecológica así se los dicta.
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Al respecto, la titular de la Dirección General de Medio Ambiente, Susana Estens de la Garza, comenta que luego de que durante el 2022 se logró verificar cerca de ocho mil 500 automóviles, este año se buscará ampliar la cobertura a por lo menos 10 mil, cantidad que seguirá siendo apenas un porcentaje mínimo de los alrededor de 203 mil unidades automotrices de todo tipo que tienen su registro en Torreón, y a las que además se suman diariamente las que provienen de las ciudades vecinas y otras foráneas.
La funcionaria reconoce que las instalaciones y el equipo con el que cuenta el único centro de verificación vehicular existente en la ciudad son insuficientes para ampliar de manera importante la meta anual, por lo que este año tendrá que continuarse promoviendo el proyecto que contempla habilitar una o más nuevas sedes, ya sea con una inversión directa que tendría que ser de alrededor de 40 millones de pesos o mediante un es que de concesiones para que en algunos talleres particulares pueda brindarse el servicio.
Mientras tanto, aunque de manera reglamentaria la verificación sea obligatoria no hay en realidad forma de hacerla cumplir como tal, así que solo se sancionan, con multas de 577.32 pesos los casos de incumplimiento en los que se involucran concesionarios del transporte público y eventualmente automovilistas particulares que conducen unidades evidentemente contaminantes.
Estens de la Garza comenta que en realidad los ingresos que registra el Municipio por concepto de servicios de verificación vehicular son muy limitados, y detalló a manera de ejemplo que el año pasado resultaron ser por un monto global del orden de un millón 115 mil pesos, poco si se considera que la Dirección General de Medio Ambiente, para cumplir con su misión cuenta con un presupuesto anual de 10 millones de pesos, mismo que eventualmente puede ampliarse en la medida en la que se autoricen proyectos y programas específicos.
Aclara que lo que se recauda a través del Centro de Verificación ingresa de manera directa a la Tesorería Municipal, que es la encargada de asignar recursos adicionales que la dependencia a veces solicita, y comenta que hay una propuesta que contempla sustentar con dicha fuente de ingresos un Fondo Ambiental Municipal, de tal manera que los ingreso se puedan dedicar justamente a proyectos ambientales.
Sobre el propósito general de la verificación ecológica que reglamentariamente es obligatoria para los vehículos automotores de todos los tipos y modelos, salvo los recién salidos de la agencia y los eléctricos, Estens de la Garza explica que se trata de disminuir en todo lo posible las emisiones contaminantes que el uso de combustible genera, para cuidar así el medio ambiente y por tanto la salud y bienestar de la población.
Cabe señalar que actualmente la Dirección General de Medio Ambiente se prepara para iniciar, desde el primero de febrero el Programa de Verificación Vehicular 2023, proceso que para reducir la contaminación mide las emisiones de hidrocarburos y dióxido de carbono, principalmente.
Las actividades comenzarán con las unidades de servicio público, taxis, rutas urbanas, camiones materialistas, transporte de personal, escolar, servicio de industrias, empresas y prestadores de servicios, de acuerdo con el calendario que prevé la revisión durante febrero de los vehículos con el último dígito de la placa 0 y 5, en marzo 1 y 6, abril 2 y 7, mayo 3 y 8, y junio 4 y 9, dentro del primer semestre.
En tanto, para los vehículos particulares cuyo último dígito de la placa sea 0, deberán presentarse en el mes de marzo; aquellos de número 1, en abril; el dígito 2, en mayo, continuando la secuencia los siguientes, para concluir en diciembre con el número 9.
Como parte del segundo semestre, continuará la verificación a unidades de servicio público, el 0 y 5 en el mes de julio, 1 y 6 en agosto, 2 y 7 en septiembre, 3 y 8 en octubre, así mismo el 4 y 9 en noviembre.
El costo de la verificación para el servicio particular es de 251.46 pesos de manera anual y 172.26 para los vehículos de servicio público, concesionados y no concesionados, materialistas, transporte público y escolar, en este caso de forma semestral.
Según se ha informado, esta actividad es una estrategia de prevención o correctiva con la que se busca principalmente mejorar la calidad del aire y proteger la salud de las familias, además beneficia a los conductores pues se fomenta el mantenimiento de los vehículos ahorrando más combustible.
Cabe destacar que el programa forma parte del Reglamento de Desarrollo Sustentable y Protección al Ambiente del Municipio de Torreón, contemplado en su artículo 158, donde exhorta a los propietarios de vehículos automotores de cualquier tipo, así como los concesionarios del servicio público de transporte a someter a verificación sus unidades.