Torreón, Coahuila. - Durante sus nueve años como velador, Víctor Hugo García Hernández contó que los únicos eventos sobrenaturales que se han presentado en el Panteón Municipal número uno son las sombras que se apoderan durante la noche del cementerio más antiguo de Torreón.
“Aquí lo que se ve son sombras, no se oyen lamentos ni gritos”, expresó, en el pasillo principal es donde se observa una sombra casi a diario, cuando recién comenzó a verlas creía que alguien andaba por ahí durante la noche, pero cuando iba se daba cuenta que no estaba nadie.
Las sombras recorren los pasillos, pasan entre las tumbas, suben y bajan los árboles, andan apoderadas de todo el camposanto que alberga más de tres mil criptas, ubicado al poniente de la ciudad, exactamente en la colonia Aquiles Serdán.
Detrás de la capilla se ha visto a un niño de cinco o seis años, “se pone en la esquina y se asoma”, explicó, no ha sido el único que lo ha visto, pues quienes se han quedado hasta que anochece en el panteón le han preguntado al velador por el niño.
En todos esos años ha visto incontables veces al pequeño que ya se le hace normal, además, su abuelo, quien también fue velador del mismo panteón, le contaba que desde que él trabajaba ahí el niño se asomaba justo en ese lugar.
Una lámpara ha sido su compañera durante las noches, con ella recorre el panteón en completa oscuridad para asegurarse que todo esté bajo control, lo único que ha visto hasta ahora han sido sombras.
Una anécdota que le pasó a Víctor, fue que dentro de su oficina se movieron los botes de la basura, de un momento a otro pareció que alguien los había aventado, pero nadie estaba ahí, solo él.
No hay horas, ni días en específico, pero hay veces que el rechinar de las sillas viejas, el ruido del movimiento de herramientas, así como el abrir y cerrar de cajones se apoderan de la oficina del panteón municipal número uno.
DATO
Su jornada comienza a las siete de la tarde y termina ocho de la mañana
Cuando voy a dar la vuelta a ver quién anda ahí, me doy cuenta que no es nadie
Víctor Hugo García Hernández, velador del Panteón Municipal número uno