Torreón, Coah.- La Coordinación Municipal de Protección Civil (PC) confirma que, según estimaciones, hay varios cientos de familias torreonenses de escasos recursos económicos que, por necesidad, viven en asentamientos irregulares localizados en zonas de alto riesgo, en espacios susceptibles de ser eventualmente alcanzados por incidentes que pudieran derivarse de fenómenos climatológicos y hasta otros de carácter geológico.
Sin contar con los más de 25 sectores habitacionales que están clasificados porque en tiempo de lluvias pueden llegar a verse afectados con grandes encharcamientos y en casos extremos hasta inundaciones, PC tiene identificadas en Torreón otros dos tipos de zonas de riesgo, correspondientes a los asentamientos localizados sobre las laderas de los cerros que son parte de la Sierra de las Noas, en el sur y poniente de la ciudad, y los que se ubican justo sobre la margen derecha del Río Nazas.
Alfonso Mijares Ramírez, titular de la dependencia municipal, reconoce que en ambos casos se trata de gente con muchas limitaciones económicas y materiales, familias que en realidad no tienen a donde ir, en tanto que las autoridades municipales en definitiva no están en posibilidades ni en condiciones de obligarlos a una reubicación.
Plantea que en lo particular desconoce si existe o no un censo con datos puntuales al respecto, sin embargo tiene claro que son cientos las viviendas que están asentadas en inclinadas y sinuosas laderas, donde los riesgos tienen que ver con deslaves y desplazamientos de terrenos que pueden llegar a provocar las lluvias, como ocurrió a mediados del 2017 en la colonia Segunda Rinconada de la Unión, cuando una enorme roca de cerro se desprendió para ir a parar encima de dos viviendas, hecho que por fortuna sólo dejó como saldo daños materiales.
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El otro segmento de familias con amenaza de riesgo es el que corresponde a la colonia Vista Hermosa, una franja de viviendas delimitada precisamente por un enorme cerro y el lecho seco del Río Nazas, que se convierte en un espacio altamente inundable cada vez que en años de lluvias atípicas se presentan avenidas extraordinarias ante la necesidad de desfogar las saturadas presas de la región.
En ese caso, recuerda Mijares Ramírez, además de posibles inundaciones suelen presentarse también cuando el agua del Nazas retoma su cauce, enormes abras, hundimientos que los geólogos atribuyen al flujo de aguas subterráneas y que ya en varias ocasiones han llegado a afectar la estabilidad de algunas viviendas.
De acuerdo con el Coordinador de Protección Civil, en dichas zonas de la ciudad el personal a su cargo suele desplegar en tiempo de lluvias una labor constante de prevención que busca cumplir con su objetivo al exhortar a sus habitantes a no exponerse a riesgos innecesarios, y orientarlos para que en caso de cualquier peligro evidente opten mejor por salir a tiempo de sus casas, por lo menos de manera temporal, para ir a resguardarse a los albergues que siempre suele habilitar el municipio.