Uso ético de la tecnología potencializa el aprendizaje

La tecnología jamás va a superar a la inteligencia humana: Rose Luckin; su investigación la llevó a ganarse un puesto en 2017 entre las 20 figuras más importantes de la educación en su país

Beatriz A. Silva Mondragón

  · lunes 10 de diciembre de 2018

Rose Luckin, profesora del Instituto de Educación, University College London. Foto: Cortesía.

Monterrey, Nuevo León.- En los últimos años el avance de la Inteligencia Artificial (IA), ha sido gigantesco debido a factores como la gran cantidad de datos digitalizados que existen, la creación de algoritmos muy sofisticados, que pudieron aprender de esos datos, y la existencia de computadoras con la potencia suficiente para procesarlos a un precio accesible.

Este es el concepto que Rose Luckin, docente de la Universidad de Londres que estudia técnicas de Inteligencia Artificial, tecnología educativa aplicada a la enseñanza y el uso masivo de datos, expuso dentro de su conferencia brindada en el Congreso Internacional de Innovación Educativa 2018, realizado en el Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey.

Su primera expresión fue el que para construir inteligencia artificial (IA) hay que saber qué es, y la definió como una construcción tecnológica que desempeña comportamientos humanos, por lo cual, recalcó, es el humano quien siempre debe ir por delante de la tecnología y no al revés.

"La IA es un software diseñado para hacer determinadas cosas características de la inteligencia humana, por ejemplo, aprender de las acciones previas para volver a actuar teniendo en cuenta los resultados. Por eso ahora hay programas que pueden entender la forma en la que cada persona desarrolla su proceso de aprendizaje, así como sistemas que enseñan matemáticas o inglés, y robots que van a clase cuando los niños están enfermos", ostentó.

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Destacó que es la ética quien juega un papel relevante en la funcionalidad de la (IA), siendo importante el alejar la idea de convertir al humano en una computadora de segundo nivel, que sólo sigue instrucciones de una inteligencia que, recalcó, no puede ser más inteligente que el ser humano.

En este contexto señaló que a pesar de lo mucho que puede hacer ahora la (IA), y lo mucho que podrá hacer en los próximos años, hay algo que, insistió, no se va a lograr nunca: Que la IA abarque todo, que por sí sólo pueda funcionar sin la intervención humana.

"Hasta el momento se han creado sistemas que son muy buenos en hacer una sola cosa, pero los humanos tenemos varias inteligencias y las podemos aplicar al mismo tiempo; somos capaces de entender y de saber que no entendemos, o de reflexionar sobre cómo nos sentimos e incluso de imaginarnos en el futuro, por lo que se puede asegurar que la inteligencia emocional es la rama que no se puede fabricar, y la razón por la que los humanos seguiremos siendo el pilar de la educación".

En cuanto a los beneficios de aplicar la IA, dijo que esta el utilizarla para construir piezas de software que pueden tutorear y entrenar a los estudiantes de una manera muy personalizada. "Podemos construir estos sistemas para ciertas áreas bien definidas, como ciencias, tecnología, ingeniería o matemática, aunque también para otros temas, como puede ser el aprendizaje de las lenguas".

Manifestó que si diseñamos la IA de una manera informada, podremos empezar a entender mucho más sobre cómo la gente está aprendiendo, cómo los docentes pueden apoyar a los estudiantes y cómo los propios jóvenes pueden entender cómo son sus propios procesos de aprendizaje.

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Asimismo dijo que existen sistemas que no han sido diseñados para la educación pero pueden usarse para ayudar a algunas personas a las que se les haga difícil interactuar con la tecnología: "podemos pensar en interfaces de voz, que pueden ser muy útiles y ya están siendo utilizadas en el aprendizaje de los idiomas, para generar certezas en la pronunciación correcta. También podemos incluir la robótica; hay algunos robots que pueden ayudar a chicos con enfermedades crónicas a aprender".

En cuanto a los costos dijo que lo elevado que son, es la razón por la que muchos sistemas de tutoría que han estado presentes desde hace tiempo no han tenido más impacto ni han sido usados por más personas. "El sistema inicial es bastante caro de construir, pero una vez que está hecho sigue y sigue aprendiendo, no se toma vacaciones, no se toma días libres, no necesita dormir. El costo inicial solía ser demasiado alto porque el sistema acababa de salir; ahora, porque el sistema está en constante actualización, se convirtió en algo mucho más valioso económicamente y en una inversión más segura".

Puntualizó que en el uso de la IA en la educación, siempre la presencia del profesor será importante, ya que, dijo, es el que puede orquestar el aprendizaje. "Si ingresamos la IA al salón de clase tendremos más tiempo para materias como la educación física y todas esas materias que giran sobre la interacción social. En mi opinión si incluimos esta tecnología tendremos más interacción que antes, siempre y cuando la entendamos bien. La IA es maravillosa, pero debemos ser cuidadosos para no terminar con niños enchufados a computadoras en los salones o en sus casas; eso sería un desastre. Para evitar esa situación tenemos que pensarla con mucha atención, tenemos que pensar a dónde queremos llegar", definió.

LOS RIESGOS DE LA IA

De igual forma comentó que la IA es una de las áreas que presentan un potencial enorme para beneficiarnos, pero también tiene muchos riesgos asociados, los cuales, declaró se tienen que reducir y así poder entender el verdadero detalle de cómo alguien está aprendiendo y progresando, o por qué no está aprendiendo; saber qué está pasando en su vida, cómo se siente.

"Se trata de una herramienta muy útil, pero también de grandes riesgos, por eso tenemos que enfocarnos en la ética de la IA en la educación, porque por ejemplo, en los sistemas de reconocimiento facial, de reconocimiento de voz, en los datos que ingresamos, ¿se conoce quien los ve o registra?, esa es ya una preocupación sobre cómo se usan nuestros datos; es algo en lo que tenemos que enfocarnos porque es importante que lo hagamos bien, si no vamos a perder los beneficios y vamos a sufrir las consecuencias".

Ante ello expuso que en Reino Unido están diseñando un Instituto para la Ética en Inteligencia Artificial en Educación, porque estamos muy preocupados en crear un marco legal con códigos de prácticas tan rápido como sea posible, tenemos que llegar a que cada uno se apropie de sus datos y los proteja, y a su vez a que sienta confianza en que los puede liberar para utilizarlos benéficamente y en esto debe existir una mezcla de regulación, educación y conciencia. Sin duda el gobierno necesita poner un marco legal que nos regule, pero no podemos quedarnos sólo con eso, porque la gente que quiere darle un mal uso siempre estará un paso adelante. Tiene que combinarse la regulación con educación y entrenamiento para que la gente esté más meticulosamente consciente, para que no teman todo el tiempo, pero sí que se preocupen cuando tengan que hacerlo", concluyó.