Los gobiernos de la Ciudad de México y el Estado de México, en conjunto, otorgaron “un apoyo” de 16 mil pesos a la familia de Gabriela Gómez Cervantes, mujer de 26 años que falleció en el atentado contra el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de CDMX (SCC), Omar García Harfuch.
Según información de medios nacionales, ella vivía en Xalatlaco, Estado de México, y el 26 de junio se dirigía en su automóvil, junto a su hermana y su esposo, a la estación del Metro Auditorio para vender quesadillas.
No obstante, quedó casi en medio del lugar donde se suscitó el intento de asesinato de García Harfuch, lo que provocó que una bala le quitara la vida, dejando huérfanas a dos niñas, una de nueve y otra de tres años.
Maximino Jiménez, familiar de Gabriela, explicó para El Financiero que las autoridades de CDMX les entregaron 10 mil pesos y les comentaron que “no tenían una varita mágica para darles cierta cantidad de dinero”.
El gobierno de CDMX también cubrió los gastos funerarios, mientras que el Estado de México entregó 6 mil pesos; sin embargo, estos para la hermana Tania, quien salió lesionada del atentado.
Consecuencia de lo anterior Maximino cuestionó “¿A poco vale 10 mil pesos una muerte y dos huérfanas? […] No pedimos las perlas de la virgen, sino becas para las niñas huérfanas y que se les recupere un automóvil similar porque el suyo quedó destruido”.
Hace dos días, el pasado 28 de junio, se llevó a cabo el funeral de Gabriela en el municipio de Xalatlaco. A este acudieron 350 personas que cumplieron con los protocolos sanitarios.
De acuerdo con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas de la Ciudad de México (CEAVI), “en ee momento oportuno, ante el duelo por la pérdida que embarga a la familia, en coordinación con la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, se garantizará la reparación integral del daño”.