El grupo de los “senadores rebeldes” del Partido Acción Nacional (PAN), encabezados por el presidente del Senado, Ernesto Cordero Arroyo, fijaron su postura respecto a la crisis por la falta de fiscales en la Procuraduría General de la República (PGR) y en la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) y coincidieron en la urgencia de nombrar al sustituto de Santiago Nieto Castillo, “en lugar de debates estériles entre fuerzas que están jugando a las vencida y no sientan precedentes”.
Luego de no llegar a acuerdo desde el día de ayer en la Junta de Coordinación Política (Jucopo), y donde la oposición no logró convencer al PRI de llevar a una votación abierta el proceso de objeción del Fiscal Nieto Castillo, el senador panista, Roberto Gil Zuarth, comentó que “el Senado ha perdido una enorme oportunidad de fijar un precedente, sobre la manera en que el Senado de la República va a controlar, desde el punto de vista político y parlamentario, las decisiones que puede tomar el presidente de la república respecto al fiscal general o fiscales especializados”.
Gil Zuarth, explicó que el mecanismo de objeción se incluyó en la reforma política del 2014, “como una garantía de independencia-autonomía de los fiscales autónomos que habíamos creado en esa reforma. Es un instrumento que tendría como propósito que la legitimidad que emana de un nombramiento por parte del senado, no se pueda ver alterada por una decisión arbitraria por parte del presidente, o del procurador, o fiscal”.
Para Roberto Gil, el desencuentro de los grupos parlamentarios de oposición sobre el sistema de votación se debió haber resuelto con un proceso de transparencia, “nosotros siempre dijimos que lo más sano es que el trámite de la objeción se ventilara en el pleno donde los 128 senadoras y senadores, pudieran hacer preguntas directas al autor de la remoción como a la persona que ha sido removida”