Cuando veías caminar a Walfre Trinidad Morales por las calles empedradas de Chontla, en la zona norte de Veracruz, platicando con toda persona que se encontraba, sabías que el año estaba a punto de concluir; Don Walfre había vuelto a casa para recibir el nuevo año con toda su familia en el baile municipal.
En el 2020, cuando el Covid-19 llegó a México, todo cambió; en el pueblo norveracruzano no hubo baile, no hubo fiesta, Walfre ya no estaba; su vida fue una de las que este virus cobró.
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SE CONTAGIÓ CUIDANDO A SU HIJA
“Él se contagió de Covid -en agosto del 2020- cuidando a su hija en el hospital, aún cuando sabía que era un riesgo estar ahí permaneció a su lado. Es un ser que dejó una huella de amor para quienes tuvimos la dicha de ser parte de su vida”, recordó Wendy Trinidad, su hija.
Tras esta pérdida, su esposa Isabel, sus hijos y nietos tratan de recuperarse aferrándose a las charlas y las bromas de este hombre que se desempeñó como mecánico de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“Trabajó toda su vida para darle todo a su familia, disfrutaba estar en familia, con su compañera de vida, Isabel, sus hijos, nietos, hermanos, primos, sobrinos”, expresó a EL SOL DE TAMPICO.
UNA PARTIDA SORPRESIVA
Su partida a los 65 años, resultó intempestiva e injusta para todos aquello que se deleitaban con sus charlas y hasta comentarios de Facebook.
“Siempre hacía reír con sus anécdotas. Sus compañeros de trabajo lo recuerdan con cariño y respeto, como ese amigo que siempre los escuchaba y aconsejaba”, apuntó.
En el 2020 el coronavirus arrancó la vida de Walfre; a quien extrañan, aman y en estos Días de Muertos lo tendrán en la ofrenda.
“Sus hijos lo recordamos como un padre que siempre nos dio amor y apoyo en los momentos más difíciles y le hacía feliz nuestra felicidad”, finalizó Wendy.