Luego de que su hijo de cinco años de edad perdiera la vida por sospechas de Covid-19 en el mes de abril, El jugador del Bursa Yildirim Spor, Cevher Toktas, confesó que él mató a su hijo después de asfixiarlo por más de 15 minutos, por el simple hecho de que nunca sintió nada por él y nunca lo quiso.
Los hechos ocurrieron el pasado 23 de abril. Ese día el jugador llamó a los médicos para avisar que su hijo tenía problemas respiratorios y dos horas más tarde de esa llamada se confirmó la muerte del pequeño en la unidad de cuidados intensivos, el pequeño había ingresado en una clínica de Bursa con varios síntomas que se relacionan con el coronavirus y con una fiebre especialmente alta.
Once días después el futbolista decidió confesar el homicidio y los motivos que lo orillaron a hacerlo, "Puse una almohada en la cabeza de mi hijo, que estaba acostado boca arriba. Apreté durante quince minutos sin parar. Mi hijo resistió un tiempo. Cuando dejó de moverse, saqué la almohada. Luego llamé a los médicos para que no sospechasen nada", afirmó Totkas ante los policías.
"Nunca quise a mi hijo menor, desde su nacimiento. No sé por qué no lo quiero. La única razón de haberlo matado fue que no lo quise. No tengo ningún problema mental", afirmó Totkas en su confesión.