La violencia en Israel y la Franja de Gaza, lugar ocupado aún por palestinos, está en aumento y decenas de personas, entre ellos pertenecientes a la milicia, civiles y niños, ya han perdido la vida.
Todo inició con el lanzamiento de varios proyectiles de las Fuerzas Armadas de Hamaá contra colonias israelitas ubicadas en Jerusalén el día de ayer lunes 10 de mayo, algo que no ocurría desde 2014.
Hamas, ubicado principalmente en la Franja de Gaza, habría iniciado los ataques por las restricciones de Israel en pleno Ramadán, como la colocación de barricadas en Puerta de Damasco, así como la amenaza de desalojo de cientos de familias palestinas en “Ciudad Santa”.
Producto de lo anterior, jóvenes palestinos decidieron manifestarse cada noche casi desde el inicio del Ramadán, esto ante las presiones constantes que sufren con el fin de apartarlos de la que consideran Tierra Sagrada.
Así inició el conflicto pero entre civiles, palestinos y ultranacionalistas israelíes chocaron en la Explanada de las Mezquitas, también llamado Monte del Templo por judíos, lo que aumentó la presión en la ciudad.
No fue sino hasta el mencionado 10 de mayo, el llamado por ciudadanos de Israel como el “Día de Jerusalén” que fuerzas oficiales con balas de goma, granadas artudidoras y gases lacrimógenos lesionaron a 612 palestinos, lo que desató la furia de Hamás.
Desde la Franja de Gaza se dispararon 200 misiles, siete de estos con dirección a Jerusalén, de los cuales el 90 por ciento pudo ser interceptados en vuelo por la llamada Cúpula de Hierro, el sistema de defensa antiaéreo israelí que les da superioridad armamentística. A pesar de ello, dos mujeres en la localidad de Ahskelon perdieron la vida.
Sin embargo, Israel no se quedó de brazos cruzados y decidió contraatacar, para lo que lanzó un total de 120 misiles que acertaron por completo en la Franja de Gaza, terminando así con la vida de 26 palestinos y dañando “objetivos militares”.