Estados Unidos.- De forma reciente, el presidente de Donald Trump, tuvo que utilizar el búnker de la Casa Blanca para ser salvaguardado durante las manifestaciones que se realizaron en la capital por la muerte George Floyd.
De lo anterior dieron cuenta varios medios internacionales luego de que las protestas en todo Estados Unidos se han tornado cada vez más violentas; sin embargo, el mandatario refutó el supuesto de que fue para protegerse, pues solo fue “una revisión”.
Por cualquiera de las dos razones que haya sido, la entrada de Donald Trump al búnker desató polémica, al mismo tiempo que el apagón de las luches de la Casa Blanca.
Por lo anterior, te contamos todo lo que se sabe al respecto:
Refugio secreto no tan secreto
El búnker en realidad lleva por nombre Centro Presidencial de Operaciones de Emergencia (PEOC, por sus siglas en inglés) y es un espacio creado para la protección y las comunicaciones del presidente en situaciones excepcionales de seguridad.
Este sitio se encuentra bajo el suelo del ala este de la Casa Blanca y según el Archivo Nacional su construcción data de 1942, poco después de que Estados Unidos se sumara a la Segunda Guerra Mundial a finales de 1941.
Su fin principal fue proteger al entonces mandatario Frankiln D. Roosevelt de un ataque aéreo enemigo, por lo que fue hecho con gruesas paredes de concreto capaces de resistir un ataque nuclear o el impacto directo de un avión.
Además, por supuesto, cuenta con un sistema propio de circulación de aire y reservas de comida que podrían durar meses.
La esposa del expresidente George W. Bush, Laura Bush, narró en su libro “Spoken from the Heart” que está diseñado para ser un centro de comando y cuenta con televisores, teléfonos e instalaciones diversas de comunicación.
Ella fue llevada ahí durante los ataques del 11 de septiembre, por lo que experimentó de primera mano que a este “se accede a través de largos pasillos que dan paso a grandes puertas de acceso que se cierran de forma hermética con un fuerte chirrido”.
La primera vez que se supo de la existencia de este sitio fue tras la desclasificación del informe de la Comisión del 11 de septiembre de 2001, cuando aviones secuestrados por Al Qaeda impactaron las Torres Gemelas y el Pentágono.
A este búnker acudieron la esposa del presidente Bush, el vicepresidente Richard Cheney y la secretaria de Estado Condoleeza Rice; así como varios asesores. No así Bush, quien se hallaba en Florida.
Ese momento en particular pudo confirmar que gran parte del equipo ahí instalado no funcionaba apropiadamente, por lo que, según medios estadounidenses fue remodelado en 2010; no obstante, no ha sido necesario su uso desde el 2001.
A pesar de lo anterior, cada nuevo presidente es llevado a las profundidades del PEOC para conocer su estructura y funcionamiento en caso de ser necesario.
Habría sido pues, tras las protestas que Donald Trump fue llevado al búnker.