La maestra de 25 años de edad asesinada en la Escuela Número 175 de Kazán, Rusia, Elvira Ignatieva, murió tratando de salvar a sus alumnos de la inminente masacre.
Fuentes de seguridad consultadas por la agencia noticiosa Tass aseguraron lo anterior después de una parte de las diligencias realizadas en la terrible escena ubicada a 820 kilómetros de la capital rusa, Moscú.
La joven de 25 años de edad impartía clases de inglés y debido a la ubicación del salón de clases en el que se hallaba no pudo coordinar la huida junto a sus alumnos, por lo que el asesino, Ilnaz Galyaviev, pudo llegar hasta ella.
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Según la versión de algunos testigos y los datos preliminares del lugar de su asesinato, Ignatieva evitó la muerte de por lo menos uno de los niños, pues el momento en que el joven de 19 años autor de la masacre llegó hasta su aula se puso frente a Galyaviev.
Lo anterior evitó que la bala disparada le diera al menor de edad; no obstante, la herida que sufrió resultó fatal y nadie pudo hacer nada por ella pese a la respuesta inmediata de paramédicos, agentes policiacos y antiterroristas en el lugar de los hechos.
En redes sociales miles lamentaron su muerte, así como la de otras nueve personas, la mayoría niños de entre 14 y 15 años, así como una conserje de 55 años. Asimismo, piden por la recuperación de las otras 21 personas, algunas hospitalizadas.
Las autoridades de la República de Tatarstan, donde se halla la ciudad rusa de Kazán, dieron a conocer que se destinarán un millón de rublos a los familiares de los fallecidos; en tanto, 400 mil para los que resultaron heridos de gravedad y 200 mil para quienes tienen lesiones menores.