J.J. Boatman, un niño de solo 9 años, murió al sufrir complicaciones de la enfermedad respiratoria provocada por el coronavirus.
El trágico fallecimiento ocurrió en Texas, Estados Unidos, días después de que la familia decidiera, pese a la pandemia de Covid-19, celebrar su cumpleaños con otros familiares, quienes terminaron devastados por la irreparable pérdida.
Según contó la familia a un medio local, Boatman era un niño alegre que, cada vez que veía a algún pariente, salía corriendo y los abrazaba, sin mencionar que le encantaba jugar. Todo ello lo hizo en su fiesta por un año más de vida.
Sin embargo, el menor empezó de manera súbita a sufrir los síntomas de la infección, lo que terminó complicándose por su asma una noche en la que gritó y lloró porque “no podía respirar”.
Cuando su mamá acudió a su cuarto para revisarlo, se percató de que sus labios estaban azules, es decir, padecía cianosis por la falta de oxígeno. De inmediato, se decidió llevarlo a un hospital, donde los expertos dieron a conocer que su estado era grave, pues sus pulmones estaban ya llenos de líquido.
Tan solo un día después de ser internado, a la madre se le notificó que, su único hijo, había perdido la lucha contra el Covid-19.