Un hombre de China llegó a una agencia de vehículos para comprar un auto para su hijo, sin embargo, al momento de pagar sacó 17 costales de harina en dónde llevaba miles de monedas con las que pagaría el carro.
El trámite duró bastante no por problemas de la papelería sino porque los más de 20 empleados tuvieron que contar cada una de las monedas de las bolsas durante más de tres horas.
Los hechos ocurrieron en la ciudad de Zhoukou en la provincia de Henan al interior de una concesionaria de autos, donde logró entregar 51 mil yenes, es decir,, alrededor de 159 mil pesos mexicanos.
Al finalizar de contabilizar y de separar las monedas que eran de diferentes denominaciones, se le entregó a Cheng el vehículo para su hijo.
au