El gobernador de la ciudad de Beirut, Marwan Abboud, ofreció información para los medios de comunicación esta tarde-noche (mediodía en México), tras la gran explosión ocurrida este martes en el país de Líbano.
En primera instancia, Abboud mencionó que la escena le recordaba a los golpes nucleares que asestó Estados Unidos para ponerle fin a la Segunda Guerra Mundial.
“Se parece a lo que sucedió en Japón, en Hiroshima y Nagasaki. Eso es lo que me recuerda. En mi vida no he visto destrucción a esta escala”, dijo.
Posteriormente, hizo énfasis en que se desconoce lo que ocasionó el estallido: “No lo sabemos. Hubo un incendio, los [bomberos] vinieron a apagarlo, luego ocurrió la explosión y desaparecieron. Los estamos buscando”
Como se ha informado, fue a las 18:00 horas (tiempo local) cuando se registró el terrible suceso que ha acabado con la vida de 10 personas, al menos, y dejado un ‘incalculable’ número de heridos, pues de acuerdo con la información, la onda expansiva se sintió hasta a 17 kilómetros.
Hasta el momento no se han pronunciado las autoridades libanesas sobre lo sucedido, y se desconoce si se ha tratado de un devastador accidente o un atentado.
El bombardeo a Hiroshima y Nagasaki
Con el objetivo de ponerle fin a la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos decidió detonar dos bombas atómicas en territorio japonés.
La primera de ellas cayó a las 8:15 horas del 6 de agosto de 1945; el encargado de pilotar el bombardero B-29 que lanzó la bomba fue el Coronel Paul W. Tibbets, de 31 años, mientras que el Sargento George R. ‘Bob’ Caron, fue el artillero de cola del mismo avión.
El nombre de la bomba fue Little Boy. Esta era un explosivo de uranio–235 de 4 mil 400 kilogramos de peso, tres metros de longitud y 75 centímetros de diámetro. Tuvo una fuerza explosiva de 16 kilotones, es decir, mil 600 toneladas de dinamita y se dejó caer de 600 metros.
Con la explosión de Little Boy, Hiroshima quedó reducida a pedazos. Mató a 66 mil personas e hirió a 69 mil.
Posteriormente, el 9 de agosto de 1945 se dejó caer en Nagasaki a Fat Boy, una bomba de 3.25 metros de longitud, 1.52 metros de diámetro y un peso de 4 mil 630 kilos con potencia de 25 kilotones.
Esta explosión acabó con la vida de 70 mil personas al instante. Fat Man fue lanzada de un bombardero B-29.
Ambas explosiones llevaron a Japón a la rendición inmediata, pero no fue sino hasta el 2 de septiembre cuando se firmó el acta a bordo del acorazado Missouri de los Estados Unidos.