Washington.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se pronunció hoy por eliminar el programa de la lotería de visas que permitió el ingreso legal al país del sospechoso del ataque terrorista del martes en Nueva York, que dejó ocho personas muertas y 11 más heridas.
“El terrorista vino a nuestro país a través de lo que se llama ‘Programa de Diversidad de Visa’ una belleza de (el senador demócrata) Chuck Schumer. Quiero (migración) basada en mérito”, afirmó esta mañana el mandatario en un mensaje en su cuenta de Twitter.
Trump señaló que ante estos hechos, Estados Unidos deberá adoptar una actitud más fuerte e inteligente en el frente migratorio, renovando su crítica contra los demócratas debido a que la ley que estableció este programa fue patrocinada por el senador Schumer, líder de esa fracción parlamentaria en la cámara alta.
Sayfullo Saipov, el sospechoso del ataque del martes y originario de Uzbekistán, ingresó a Estados Unidos en 2010 tras obtener una visa de inmigrante en esta lotería.
El llamado del mandatario tuvo eco inmediato en el senador republicano Lindsey Graham, quien sugirió que la aprobación de cualquier ley para proteger a los beneficiarios del Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) deberá tener como condición el fin del programa establecido en 1990.
“Puedo prometer que cuando sea tiempo para responder con una ley a los muchachos del programa DACA, parte de la ley deberá ser eliminar la lotería de visas y pasar a una migración basada en méritos”, dijo Graham este miércoles durante una entrevista con la televisora FOX.
El legislador por Carolina del Sur, quien ha sido un constante crítico del programa, calificó como sin sentido el entregar visas y tarjetas de residencia de manera indiscriminada a personas sin méritos para ingresar al país.
La eliminación de la lotería de visas fue incluida por la administración Trump en la lista de prioridades legislativas que el presidente le presentó al Congreso el mes pasado.
Más de una docena de acciones, delineadas entonces, están dirigidas a atacar la migración ilegal y reducir el asilo, aunque su futuro luce incierto debido a las divisiones entre los republicanos y la oposición de los demócratas.
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