Torreón, Coahuila.- Iban a cumplirse dos años de la fastuosa inauguración del nuevo Estadio Corona en el Territorio Santos Modelo. Se había hecho el anuncio oficial del partido amistoso entre la Selección de Brasil y la de México para el 11 de de noviembre de 2011.
El sábado 20 de agosto de ese año se jugó el partido entre Santos Laguna y Monarcas Morelia, correspondiente a la sexta jornada del Torneo Apertura 2011.
Se jugaba el minuto 38 de tiempo corrido cuando en el túnel Norte del Estadio Corona, donde estaba la ambulancia de la Cruz Roja se escucharon fuertes detonaciones de arma de fuego de alto calibre y corrió como despavorido el guardameta Federico Vilar al túnel Sur, mientras en las tribunas de Plateas y sector de Numerados se vivieron escenas de angustia y pánico entre los aficionados asistentes.
Los jugadores del Santos Laguna corrieron de inmediato a auxiliar a sus familiares para resguardarlos en los vestidores.
El partido fue suspendido de inmediato. Lo ocurrido esa tarde quedó grabado para siempre en la memoria de los aficionados asistentes al encuentro.
Una vez que se restableció el orden Alejandro Irarragorri, presidente del Club Santos Laguna, salió a dar una disculpa por lo ocurrido.
Tardaron varias horas para que se restableciera el orden y pudieran los aficionados y periodistas abandonar el inmueble.
Fue una jornada triste y compleja, de la cual han emanado muchas versiones, sólo los que estuvimos esa tarde sabemos lo que realmente pasó.
Finalmente en la fecha pactada se celebró el juego entre México y Brasil. Ese mismo año el Estadio Corona fue una de las sedes del Campamento Mundial Juvenil Sub 17, contribuyendo este evento "a curar en cierta manera la herida" de ese triste día del fútbol lagunero.