/ martes 30 de julio de 2024

A Cecilia su ex no soportó verla feliz con otro hombre y terminó con su vida

Dejó a dos pequeñas y empezaba a rehacer su vida con otro hombre

Cecilia Ponce era una madre de familia del municipio de Francisco I. Madero, Coahuila; el pasado sábado perdió la vida tras ser atropellada, presuntamente por su ex pareja y padre de sus dos hijas, de 14 y 13 años de edad. Las dejó solas e indefensas, únicamente a cargo de su abuela y con el dolor de haber sabido quién y cómo le arrancó la vida.

Pero ella no tenía problemas con nadie, ni con su ex marido; los tuvo tiempo atrás cuando decidió separarse de él por ser una persona violenta, incluso, ya lo había denunciado en una ocasión por una golpiza que le dio, pero fue puesto en libertad de inmediato con el pago de una fianza.

Tenía 44 años de edad y mantenía su carácter dulce y alegre en todo momento; Chayito era su prima y convivía de manera muy cercana con ella, les gustaba divertirse, trabajaron juntas en una maquiladora y se apoyaban en todo. Hasta el final estuvo con ella, la vio morir y fue testigo del terrible hecho.

“Nos llevábamos muy bien las dos, vivíamos a dos cuadras y cuando llegué a vivir aquí, porque estaba en Juárez, tenía ella como un año, yo me separé y pues es donde yo iba y me refugiaba ahí con ella”.

Después la convivencia fue más frecuente entre ellas; se veían prácticamente todos los días, convivían también los fines de semana. “Hasta fuimos a pedir trabajo juntas a la maquila, entramos a trabajar y de ahí fue una vida como hermanas que donde quiera andaba con ella y fue donde yo me empecé a dar cuenta que su matrimonio era muy feo”.

Arrastrando un pasado

Charito comenzó a darse cuenta de la verdad, el esposo y padre de las hijas de su prima la golpeaba, la trataba mal, tanto que empezó a darle consejos para que lo dejara y no tolerara todo lo que su pareja le hacía.

Esta tragedia consternó a mucha gente de Francisco I. Madero, pero a su vez varios amigos y familiares de Cecy lo veían venir; al menos su prima siempre estuvo al tanto del acoso que sostenía contra ella y las constantes amenazas que le hacía, incluso, de quitarle la vida.

“Pero, aunque sufrió mucho en ese matrimonio, Cecy era una persona muy bien, siempre muy alegre y optimista, se daba a querer por toda la gente, era muy noble”.

Quien la conocía la quería, tenía amigos, era sociable, alegre, trabajadora y solidaria. Una de las cosas que más le gustaba y disfrutaba hacer era bailar, era el alma de las fiestas, salía a divertirse seguido con su prima y amigas.

Tras ser atropellada con el propósito de dejarla sin vida, Cecy deja a un par de hijas en abandono. / Foto: Cortesía familiares

“Tenía una buena relación con sus hijas, aunque como estaban en la edad de la rebeldía a veces se enojaban o no hacían caso, pero creo que lo normal, sí la querían y ella siempre vio por ellas, fue una buena madre”.

En el trabajo siempre se caracterizó también por ser participativa, cumplida, responsable y por ser una buena compañera con todos; sus ganas de salir adelante siempre fueron la fuerza que la movió a salir de situaciones difíciles y sus hijas la motivación principal.

Una nueva oportunidad

Hace tres meses, Cecilia había iniciado una nueva relación, con un hombre del ejido Virginias que la pretendía, había demostrado interés y buen trato hacia ella y sus hijas; al aceptar la relación con Juan, Cecy dejó su trabajo y se dedicó a estar en casa con él y sus hijas, mientras él iba de vez en cuando a Estados Unidos para trabajar y traer dinero.

“Ahí empezamos un poco a distanciarnos, pero porque tenía que hacer su vida; para eso ella venía arrastrando de que el ex no la dejaba en paz. Constantemente estaba ahí buscándola, le mandaba mensajes, molestándola. Ya tenía casi dos años separada de Roberto”, el presunto feminicida.

“Ya no era vernos diario, ni trabajar juntas, no fueron las salidas seguidas porque ya no estaba tan cerca. Pero a veces había sábados que me decía, vente para acá y yo me quedaba ya con ella y pues este fin de semana que nos pusimos de acuerdo, llegué y nos salimos un rato; ahí en el rancho hubo fiesta, fuimos un ratito a escuchar la música”.

La prima de Cecilia, está segura que desde que comenzó esta nueva relación en la que se dio la oportunidad de volver a ser feliz, el ex esposo de Cecy comenzó a acosarla y molestarla más y no duda que se hubiera mantenido pendiente de sus movimientos en todo este tiempo.

Tras ser atropellada con el propósito de dejarla sin vida, Cecy deja a un par de hijas en abandono. / Foto: Cortesía familiares

Juntas hasta el final

Chayito estuvo con ella hasta su último suspiro, estaban juntas, agarradas de la mano platicando contentas cuando el auto se llevó a Cecy; se encontraban en la casa de Juan, la nueva pareja de Cecy, a donde llegaron después de la fiesta.

“Me acuerdo que ella me dijo yo me siento bien contenta, bien feliz, porque pues encontré a Juan, me quiere con mis niñas, me trata bien y no me hace falta nada. Yo también estaba feliz, le dije qué chido que hayas encontrado alguien así, que te quiera con tus hijas, que te valore”.

Fue en ese momento que solo escucharon el fuerte ruido del auto patinando y el golpe del mismo, que impactó contra ellas; Chayito salió disparada y Cecy quedó tendida en el piso. Trató de moverse, levantó la mano y luego cayó, murió.

“Le dije Cecy espérame poquito, le voy a hablar ambulancia, aguántame un poquito; en eso volteo para la casa de Juan y viene la niña más grande de ella corriendo y gritando, fui con ella y agarrarla, me dice qué le pasó a mi mamá Charito, le dije tu mamá va a estar bien y que allá viene la ambulancia”.

Entre el impacto de ver tendida a Cecy y de que su hija se percatara del incidente, Chayito estaba como en shock, quería proteger y hacer sentir mejor a su sobrina, pero no sabía qué decir.

“Y ella me dijo fue mi papá, verdad, en eso reacciono y me doy cuenta que sí, era su carro. Incluso nos dijeron en la tienda que tienen videos donde se ve que nos venía ya siguiendo. Ella supo que había sido su papá quien mató a su madre”.

Un doloroso adiós

El funeral fue el lunes, la llevaron de vuelta al ejido el domingo como a las 10 de la noche y al siguiente día la sepultaron a las 5 de la tarde. “No me la creo y por otro lado, pues sí, porque ya tenía tiempo atrás con esto; pero ya una vez lo había demandado y no hicieron nada, él andaba como si nada a pesar de que dijimos que había acusaciones y que la había amenazado de muerte y no hicieron nada”.

“Él no pensó en nada más que en él, en su coraje de verla feliz; si un día tú me llegas a escuchar o llegas a leer esto, maldito cobarde, sé que tú coraje fue verla feliz a ella y eso fue lo que no te gustó, que estaba feliz con alguien que sí la valoraba y la cuidaba, no como tú que siempre la maltrataste, por eso lo hiciste”.

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“Y si algo estoy segura, es que existe la justicia, ya sea aquí en la tierra o en otra vida y sé que nunca vas a vivir tranquilo y lo vas a pagar. Y si la gente sabe y mira algo, no tengan miedo y digan todo, va a ser anónimo”.

La familia también tiene miedo, especialmente Charito, quien no se siente segura al ser la principal testigo de todo lo ocurrido esa noche y por ser la persona más cercana que tenía Cecilia después de sus hijas y su nueva pareja.

Cecilia Ponce era una madre de familia del municipio de Francisco I. Madero, Coahuila; el pasado sábado perdió la vida tras ser atropellada, presuntamente por su ex pareja y padre de sus dos hijas, de 14 y 13 años de edad. Las dejó solas e indefensas, únicamente a cargo de su abuela y con el dolor de haber sabido quién y cómo le arrancó la vida.

Pero ella no tenía problemas con nadie, ni con su ex marido; los tuvo tiempo atrás cuando decidió separarse de él por ser una persona violenta, incluso, ya lo había denunciado en una ocasión por una golpiza que le dio, pero fue puesto en libertad de inmediato con el pago de una fianza.

Tenía 44 años de edad y mantenía su carácter dulce y alegre en todo momento; Chayito era su prima y convivía de manera muy cercana con ella, les gustaba divertirse, trabajaron juntas en una maquiladora y se apoyaban en todo. Hasta el final estuvo con ella, la vio morir y fue testigo del terrible hecho.

“Nos llevábamos muy bien las dos, vivíamos a dos cuadras y cuando llegué a vivir aquí, porque estaba en Juárez, tenía ella como un año, yo me separé y pues es donde yo iba y me refugiaba ahí con ella”.

Después la convivencia fue más frecuente entre ellas; se veían prácticamente todos los días, convivían también los fines de semana. “Hasta fuimos a pedir trabajo juntas a la maquila, entramos a trabajar y de ahí fue una vida como hermanas que donde quiera andaba con ella y fue donde yo me empecé a dar cuenta que su matrimonio era muy feo”.

Arrastrando un pasado

Charito comenzó a darse cuenta de la verdad, el esposo y padre de las hijas de su prima la golpeaba, la trataba mal, tanto que empezó a darle consejos para que lo dejara y no tolerara todo lo que su pareja le hacía.

Esta tragedia consternó a mucha gente de Francisco I. Madero, pero a su vez varios amigos y familiares de Cecy lo veían venir; al menos su prima siempre estuvo al tanto del acoso que sostenía contra ella y las constantes amenazas que le hacía, incluso, de quitarle la vida.

“Pero, aunque sufrió mucho en ese matrimonio, Cecy era una persona muy bien, siempre muy alegre y optimista, se daba a querer por toda la gente, era muy noble”.

Quien la conocía la quería, tenía amigos, era sociable, alegre, trabajadora y solidaria. Una de las cosas que más le gustaba y disfrutaba hacer era bailar, era el alma de las fiestas, salía a divertirse seguido con su prima y amigas.

Tras ser atropellada con el propósito de dejarla sin vida, Cecy deja a un par de hijas en abandono. / Foto: Cortesía familiares

“Tenía una buena relación con sus hijas, aunque como estaban en la edad de la rebeldía a veces se enojaban o no hacían caso, pero creo que lo normal, sí la querían y ella siempre vio por ellas, fue una buena madre”.

En el trabajo siempre se caracterizó también por ser participativa, cumplida, responsable y por ser una buena compañera con todos; sus ganas de salir adelante siempre fueron la fuerza que la movió a salir de situaciones difíciles y sus hijas la motivación principal.

Una nueva oportunidad

Hace tres meses, Cecilia había iniciado una nueva relación, con un hombre del ejido Virginias que la pretendía, había demostrado interés y buen trato hacia ella y sus hijas; al aceptar la relación con Juan, Cecy dejó su trabajo y se dedicó a estar en casa con él y sus hijas, mientras él iba de vez en cuando a Estados Unidos para trabajar y traer dinero.

“Ahí empezamos un poco a distanciarnos, pero porque tenía que hacer su vida; para eso ella venía arrastrando de que el ex no la dejaba en paz. Constantemente estaba ahí buscándola, le mandaba mensajes, molestándola. Ya tenía casi dos años separada de Roberto”, el presunto feminicida.

“Ya no era vernos diario, ni trabajar juntas, no fueron las salidas seguidas porque ya no estaba tan cerca. Pero a veces había sábados que me decía, vente para acá y yo me quedaba ya con ella y pues este fin de semana que nos pusimos de acuerdo, llegué y nos salimos un rato; ahí en el rancho hubo fiesta, fuimos un ratito a escuchar la música”.

La prima de Cecilia, está segura que desde que comenzó esta nueva relación en la que se dio la oportunidad de volver a ser feliz, el ex esposo de Cecy comenzó a acosarla y molestarla más y no duda que se hubiera mantenido pendiente de sus movimientos en todo este tiempo.

Tras ser atropellada con el propósito de dejarla sin vida, Cecy deja a un par de hijas en abandono. / Foto: Cortesía familiares

Juntas hasta el final

Chayito estuvo con ella hasta su último suspiro, estaban juntas, agarradas de la mano platicando contentas cuando el auto se llevó a Cecy; se encontraban en la casa de Juan, la nueva pareja de Cecy, a donde llegaron después de la fiesta.

“Me acuerdo que ella me dijo yo me siento bien contenta, bien feliz, porque pues encontré a Juan, me quiere con mis niñas, me trata bien y no me hace falta nada. Yo también estaba feliz, le dije qué chido que hayas encontrado alguien así, que te quiera con tus hijas, que te valore”.

Fue en ese momento que solo escucharon el fuerte ruido del auto patinando y el golpe del mismo, que impactó contra ellas; Chayito salió disparada y Cecy quedó tendida en el piso. Trató de moverse, levantó la mano y luego cayó, murió.

“Le dije Cecy espérame poquito, le voy a hablar ambulancia, aguántame un poquito; en eso volteo para la casa de Juan y viene la niña más grande de ella corriendo y gritando, fui con ella y agarrarla, me dice qué le pasó a mi mamá Charito, le dije tu mamá va a estar bien y que allá viene la ambulancia”.

Entre el impacto de ver tendida a Cecy y de que su hija se percatara del incidente, Chayito estaba como en shock, quería proteger y hacer sentir mejor a su sobrina, pero no sabía qué decir.

“Y ella me dijo fue mi papá, verdad, en eso reacciono y me doy cuenta que sí, era su carro. Incluso nos dijeron en la tienda que tienen videos donde se ve que nos venía ya siguiendo. Ella supo que había sido su papá quien mató a su madre”.

Un doloroso adiós

El funeral fue el lunes, la llevaron de vuelta al ejido el domingo como a las 10 de la noche y al siguiente día la sepultaron a las 5 de la tarde. “No me la creo y por otro lado, pues sí, porque ya tenía tiempo atrás con esto; pero ya una vez lo había demandado y no hicieron nada, él andaba como si nada a pesar de que dijimos que había acusaciones y que la había amenazado de muerte y no hicieron nada”.

“Él no pensó en nada más que en él, en su coraje de verla feliz; si un día tú me llegas a escuchar o llegas a leer esto, maldito cobarde, sé que tú coraje fue verla feliz a ella y eso fue lo que no te gustó, que estaba feliz con alguien que sí la valoraba y la cuidaba, no como tú que siempre la maltrataste, por eso lo hiciste”.

➡️ Entérate de todo lo que está pasando en La Laguna directo en tu celular. Suscríbete a nuestro canal de WhatsApp.

“Y si algo estoy segura, es que existe la justicia, ya sea aquí en la tierra o en otra vida y sé que nunca vas a vivir tranquilo y lo vas a pagar. Y si la gente sabe y mira algo, no tengan miedo y digan todo, va a ser anónimo”.

La familia también tiene miedo, especialmente Charito, quien no se siente segura al ser la principal testigo de todo lo ocurrido esa noche y por ser la persona más cercana que tenía Cecilia después de sus hijas y su nueva pareja.

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