Torreón, Coahuila. – Un 18 de julio del año 2010, hombres armados llegaron a la quinta Italia Inn, donde se realizaba una fiesta, y dispararon contra los asistentes, dejando a 18 personas muertas y 17 heridas.
A 14 años de la masacre, vecinos del ejido San Luis, donde aún permanece la finca en la esquina de las calles Francisco Villa y De la Iglesia, recuerdan lo que sucedió aquella trágica madrugada, cuando se encontraron más de 100 casquillos de rifles de asalto AK-47 y R-15.
El ataque sucedió alrededor de las 01:00 horas, mientras los músicos de la Original Banda Ríos amenizaban el evento organizado por dos hermanos de apellido Mota. Perdieron la vida 6 integrantes de la agrupación.
Ya era la última canción que tocaban y cantaban, por lo que estaban a punto de retirarse, cuando pasó la tragedia.
“NOS DESPERTARON LOS BALAZOS”
Juan tiene su vivienda enfrente de la quinta y estaba dormido, al igual que su familia, pues ya era tarde, cuando los despertaron los balazos.
“Se escucharon muy fuerte, nos despertaron los balazos a mi esposa, mi hija y a mí. Lo que hice fue agarrarlos, salir corriendo y encerrarnos en el baño, a cubrir, a protegernos. Corrimos por nuestras vidas”.
“Nosotros llegamos a vivir aquí en los años 90´s y nunca había pasado algo así, fue muy impactante, algo que nunca se nos va a olvidar y más porque estamos enfrente, los balazos se escucharon muy fuerte, mucho”.
Pese al atentado que sucedió a unos metros de su vivienda, resultaron ilesos.
“Al día siguiente estaba lleno de casquillos, de todos los disparos que hicieron”.
“CONTRA EL PISO”
Sandra acababa de llegar luego de vender en una fayuca, cuando empezaron las ráfagas y se bajó de su vehículo para resguardarse en su casa, en donde se tiraron en el piso.
“Íbamos llegando, apenitas y sonaron los disparos cuando agarré a mis hijos, los jalé y para adentro de la casa. Nos pusimos contra el piso, pues pensé que alguna de esas balas podía meterse y darnos. Y es que se escuchaba muy cerquitas, no sabíamos dónde estaban disparando y ya después supimos que habían atacado la quinta, que está a unas cuadras de aquí”.
“Se escuchaba hasta cómo recargaban los cartuchos, por eso estábamos tirados contra el piso. También supimos que las camionetas entraron por la calle Francisco Villa y los ´malos´ empezaron a tirar”.
“SAN LUIS SE QUEDÓ SOLO”
Ramón viven en una casa que se ubica atrás de donde se llevaba a cabo el festejo, el cual marcó la tranquilidad y paz de los habitantes del ejido, al grado que prefirieron irse por un rato.
“La mayoría de aquí se tuvo que ir, fue mucho el trauma, gente ya adulta vinieron sus familiares por ellos y se los llevaron, mientras que otras familias enteras se fueron por un buen tiempo, aquí se quedó solo”.
“Claro que muchos dejamos nuestras casas y nos fuimos a donde pudimos, ante el temor de lo que pasó y con más miedo de que volvieran a atacar. Entonces preferimos irnos a otras partes de Torreón o hay quienes se fueron hasta de la ciudad, pero ya después, poco a poco, fuimos regresando”.
QUINTA EN ABANDONO
Actualmente Italia Inn está abandonada, con la maleza muy crecida, así como el portón y las puertas soldadas, sin embargo, permanecen los múltiples impactos de bala que dejan como evidencia aquel sangriento 18 de julio.
Según las investigaciones, aproximadamente 20 hombres armados llegaron en varias camionetas, descendieron y comenzaron a disparar.
Presuntamente eran internos del Cereso de Gómez Palacio.
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