Torreón, Coahuila. – Vecinos de la colonia Ampliación Los Ángeles denunciaron a una banda de ladrones que cuenta con herramientas para quitar todo tipo de seguridad y tienen bien estudiados los horarios para cometer los atracos.
Durante los últimos 10 días han robado en 6 viviendas, negocios y vehículos, sumando decenas de miles de pesos en pérdidas.
Además, detectaron que varios “malandros” abrieron un boquete en un edificio abandonado, ubicado en la esquina del bulevar Constitución y calle Rayón, en donde ingresan con los artículos de valor y ahí se esconden, además de consumir drogas.
“Todo inició hace cuatro años, cuando empezamos a sufrir una ola de robos, fueron alrededor de 20 vecinos afectados. Entonces, nos juntamos todos, hicimos un grupo de WhatsApp, pedimos el apoyo de las autoridades, nos asignaron a un comandante, se reportó un robo y agarraron al ladrón, el cual fue procesado y lo metieron al bote”.
“Pero, después de 4 años, otra vez estamos sufriendo robos los mismos colonos afectados, lo que significa que de nueva cuenta ya anda gente haciendo de las suyas”.
Entre los hurtos hay pantallas, motores para aire lavado, estéreos, dinero y hasta un aparato de rayos X, este último equipo con un costo de 30 mil pesos.
Se trata de delincuentes que traen herramientas para quitar rejas y candados, desactivar cámaras de seguridad y entre varios llevarse motores pesados.
“A mí me robaron tres motores de aire lavado, que son de 6500 pies, son grandes, entonces no solo es un ladrón, son varios y traen herramientas para quitar las protecciones”.
“El vecino tiene cámaras y antes de robar las desconectaron, entonces es gente que tiene todo bien estudiado y sabe perfectamente a lo que viene”.
El llamado de auxilio, por la desesperación, es a las corporaciones de seguridad de los tres órdenes de gobierno, aunque solo elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) acudieron y el comandante del sector dialogó con los colonos, les proporcionó su número personal y se comprometió a más rondines.
También, los agentes procedieron a inspeccionar la finca abandonada en donde se meten los “malandros”, pero, en ese momento, no había nadie.