“Caí, me pegué y grité del dolor, no podía moverme”; adulto mayor denuncia negligencia en Grease Monkey

Empresa sigue sin hacerse responsable.

Alberto Triana / El Sol de La Laguna

  · lunes 2 de diciembre de 2024

Sucedió en Grease Monkey del Diagonal Reforma. / Foto: Ana Luisa Guzmán | El Sol de La Laguna

Torreón, Coahuila. – El adulto mayor que sufrió un fuerte accidente al interior del taller Grease Monkey, ubicado sobre el Diagonal Reforma frente a Abastos, reveló una serie de irregularidades que provocaron que cayera en una fosa mecánica de 3 metros de profundidad.

El accidente, que le provocó severas lesiones en cabeza y piernas a Juan Arturo Moreno Calderón, de 63 años de edad, sucedió el pasado 29 de agosto cuando recogió su automóvil al que le hicieron servicio de afinación.


“Regularmente yo acudo a ese taller, pero nunca me había tocado que me tuviera que bajar del vehículo para cerrar la cajuela y que estuviera descubierta la fosa. Normalmente, en todos los Grease Monkey que he visto, entregan el vehículo afuera del área de trabajo. Ese día yo tuve que entrar al taller, un lugar que desconozco cómo esté por dentro”.



“Me dieron las llaves, me subí al carro, noté que la cajuela estaba abierta, me bajo y al momento que quiero cerrar la cajuela no vi el piso. Ellos no tienen un control en los protocolos de seguridad para los clientes, ya que yo no tenía por qué estar dentro del taller, entonces mi seguridad fue un error de ellos. Caía, pegué en un carro de herramienta que tienen abajo y grité por un dolor muy intenso”.

El dolor en sus piernas fue mayor, ya que está operado del menisco de la rodilla izquierda, además de que se pegó en la cabeza y se le inflamó del lado izquierdo.

También le dolía la pelvis, por lo que duró un buen rato sin poderse mover y por eso lleva dos meses sin trabajar.

Entre los estudios que le hicieron están una tomografía, dos resonancias magnéticas y radiografías, para saber si no había derrame o coágulo en el cerebro.

De igual manera lleva a cabo tratamientos para sus lesiones, los cuales ha tenido que pagar con su propio dinero, pues, hasta la fecha, el taller no se ha querido hacer responsable.

Llamó a la Dirección de Protección Civil a proceder en la revisión del establecimiento ante la falta de garantías de seguridad para los clientes.


“Me siento defraudado porque no tenido ni si quiera la atención de acercase conmigo, de preguntar. Todavía despierto en las noches y me sigue doliendo mi cabeza. Estoy con tratamiento, pero no puedo caminar, no puedo subir escaleras como antes”.