Gómez Palacio.- En el ejido Glorieta se siente tristeza, pesar, nadie quiere hablar más del accidente en el que fallecieron los pequeños Zulma y Eliud; la familia se encuentra inconsolable y desean evitar la exposición pública, solo desean que la pesadilla pase y tratar de encontrar resignación ante la terrible pérdida.
Víctimas de un incendio en su vivienda, quedaron atrapados y sufrieron quemaduras que provocaron el deceso de la niña de 10 años y el adolescente de 13, dejando a una familia destrozada y al pueblo consternado por el lamentable hecho; llegar al ejido Glorieta es respirar pena y dolor, ver tristeza y lágrimas en cada uno de los rostros.
Este jueves, decenas de familiares, vecinos y amigos se reunieron en un lugar cercano a la vivienda donde las llamas le arrebataron la vida a los dos niños, para velarlos, para orar por sus almas y despedirse de ellos frente a sus pequeños féretros blancos rodeados de flores.
Los cuerpos se entregaron este mismo día a los padres, mientras la familia y los vecinos preparaban el velorio; se congregaron todos en solidaridad para dar el último adiós a los pequeños, que eran muy queridos en la comunidad.
Glorieta es un ejido tranquilo, pequeño y lejano, más cerca se encuentra de Tlahualilo que de Gómez Palacio, municipio al que pertenece; pareciera que en estos momentos está detenido, niños, jóvenes y ancianos están serios, con la sonrisa en pausa y esperando sólo el momento del sepulcro y de decir adiós.
Los familiares, principalmente los padres de ambos menores, se encuentran devastados, la tristeza los llevó a pedir discreción y evitar más publicaciones sobre esta tragedia; ver repetidamente noticias e imágenes afecta su estado emocional, comentaron algunos de los asistentes y pidieron comprensión a la sociedad en general.