Torreón, Coahuila. – Además de combatir incendios, controlar panales de abejas y extraer de automóviles a prensados en accidentes, entre otras situaciones de emergencia, elementos del Cuerpo de Bomberos de Torreón también rescatan los dedos de las personas.
Por ejemplo, la mañana del martes 27 de junio, alrededor de las 9:30 horas, una joven de 15 años de edad, identificada como María Cristina, llegó por sus propios medios a la Estación Colón a pedir apoyo de los rescatistas, pues ya no aguantaba el dolor por un anillo que se le quedó atorado, que le estaba cortando la circulación y le provocó inflamación.
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“Se le quedó atorado en el dedo anular de la mano izquierda desde la noche del lunes”, informó Francisco Martínez Chavarría, comandante de la corporación.
De hecho, dio a conocer que es un problema muy común, al grado de que llevan 30 dedos rescatados en lo que va del 2023.
Para ello, cuentan con el personal capacitado y equipo especial.
Incluso, hospitales públicos y privados han solicitado su intervención para quitar los anillos en situaciones muy críticas.
“Cuando el paciente no puede salir del hospital nosotros vamos. Hemos entrado hasta los quirófanos”, indicó.
Respecto a las causas por las que se quedan atorados, detalló que son variadas, pero les han sorprendido casos de gente que tenía hasta 15 años sin quitarse un anillo.
“Cuando el anillo entra forzado, la sangre entra al dedo, pero luego ya batalla para retornar, entonces el dedo de empieza a hinchar, a inflamar y por eso se queda atorado. También es porque la gente no se los quita, no dejan ´descansar´ al dedo, nos hay dicho que llevan hasta 15 años”, describió.
“Hay otras veces que se golpean la mano, les pica a algún animal o tiene problemas de circulación, entonces se les hinchan los dedos y ya no se los pueden quitar”, agregó.
Algo que también pasa mucho, es que se empieza a caer el recubrimiento de los anillos, como el cromo, lo que provoca laceraciones de la piel, infección e inflamación.
“Esas son las más constantes que atendemos”, puntualizó Martínez Chavarría