Un brutal crimen conmocionó a la ciudad de Monterrey. La Policía de Nuevo León encontró hace unos días el cuerpo de una joven de 22 años que estaba embarazada y que era buscada. Sin embargo, un detalle estremeció a los investigadores y a toda la comunidad: tenía heridas en el abdomen porque la mataron para robarle el bebé que llevaba en su vientre.
De acuerdo a lo que precisó la autopsia, difundida por El Universal, Mónica Segura Temich murió como consecuencia de un shock hipovolémico, es decir, una perdida masiva de sangre, a raíz de una "herida ocasionada con un objeto punzocortante que penetró en el abdomen".
Según sostienen desde la Fiscalía General de Nuevo León la mujer, que cursaba su octavo mes de embarazo, fue secuestrada por una banda.
Segura Temich estuvo desaparecida durante varias semanas y su familia encabezó una campaña que tuvo una gran repercusión en las redes sociales. La última vez que supieron algo de ella fue antes de que vaya a encontrarse con alguien en una estación de metro, como dijo antes de salir de su casa.
Su cuerpo fue encontrado durante el último fin de semana en la cisterna de una quinta de la colonia Jardines de la Silla, en Nuevo León. Las autoridades policiales llegaron hasta ahí luego de la detención de una mujer quien se hace llamar ‘Yuli’ que, sospechan, fue la que secuestró a Segura Temich a través de un engaño por Facebook.
Yuli", como se hacía llamar esta persona, contactó a la víctima por las redes sociales para decirle que le iba a regalar ropa de bebé. El 21 de junio, la Fiscalía identificó a esta mujer y la detuvo. "Yuli" tenía en su casa una incubadora y una bebé: cuando le hicieron un estudio de ADN, la nena recién nacida, era genéticamente compatible con la pareja de Segura Temich.
