Torreón, Coahuila. – Padres de familia del Jardín de Niños 20 de Noviembre, ubicado en la colonia Carolinas de Torreón, señalaron irregularidades en el proceso legal contra el conserje que abusó sexualmente de por lo menos cinco menores de edad.
Entre ellas, es que la psicóloga de la Procuraduría de los Niños, Niñas y la Familia (Pronnif), que debía ser clave para hacer justicia, ni siquiera contaba con cédula profesional.
Eso tuvo como consecuencia que un Juez del Centro de Justicia Penal solo “castigue” por una violación, cuando hay más infantes que sufrieron tocamientos y amenazas del encargado de la limpieza del plantel, quien también les enseñaba su miembro.
“Este fin de semana se llevó a cabo la segunda audiencia, pero hay varias demandas paradas. Él sigue internado en el Cereso, pero, de acuerdo a las autoridades, le pueden dar solo de cuatro a ocho años de prisión por el delito cometido contra un niño, cuando hay más víctimas”.
“El violador, en la audiencia, estaba en un lugar donde sí puede salir bajo fianza, porque todavía no lo consideran un delito ´muy grave´. Nuestro coraje es que todavía no creen que los niños y niñas estén diciendo la verdad, además que la psicóloga que atendió el caso por parte de Pronnif, ni si quiera tiene cédula profesional, por lo que entorpeció el caso y no hay sentencia”.
Ante la falta de comprobante profesional de la colaboradora de Pronnif, se propuso traer un perito de Saltillo, pero siguen a la espera, pese a que ya pasaron tres meses de la detención.
Humberto (N) tenía media año “laborando” en el Jardín de Niños y en octubre del 2022 fue arrestado y vinculado a proceso, luego de que varios padres de familia revelaran que sus hijos no querían comer ni tomar para evitar ir al baño, pues ahí eran abusados sexualmente.
Preferían hacer sus necesidades fisiológicas en la ropa interior.
Fue un alumno de 3 “A” quien gracias a su valentía terminó con la pesadilla, pues comentó a una psicóloga particular, que sí tiene cédula profesional, que “un hombre lo seguía al baño a la hora del recreo y le bajaba el pantalón”.
Dijo que “le tocaba sus partes y le hacía maldades en su colita”.
También reveló que más compañeros pasaban por lo mismo y que estaban muy tristes y asustados.
Gracias a su declaración, se supo de los abusos y se logró la captura del acosador, quien, tres meses después, no tiene sentencia.