Stephanie Sánchez Viesca Ortiz, 'Fanny', desapareció un 5 de noviembre del 2004; hoy se cumplen ya 20 años, desde que salió de su casa una tarde cualquiera, sin pensar que nunca regresaría y que su familia iba a vivir el peor de los infiernos.
Desde entonces, sus padres no han dejado de buscarla, incluso, a raíz de esta tragedia, fue que nació el Grupo Vida, un colectivo que se dedica a la búsqueda de desaparecidos y acompañamiento a familiares víctimas de desaparición forzada.
En todos estos años, Óscar Sánchez Viesca y Silvia Ortiz, padres de Fanny, han enfrentado una serie de hechos dolorosos como los rumores, las falsas pistas, las omisiones de autoridades y hasta la falta de empatía de la gente.
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Tras 20 años, aseguran que seguirán buscándola hasta encontrar alguna señal o rastro de “la niña” como la llaman sus padres, quienes desde aquel 5 de noviembre de 2004, viven con un hueco en el corazón.
Fanny tenía 16 cuando desapareció; estudiaba la preparatoria en el Colegio Español de Torreón, Coahuila, le gustaba mucho la música de Britney Spears, los muñecos de peluche con los que adornaba su cuarto y también acostumbraba practicar deporte.
Recordando los hechos
Fanny desapareció una tarde, luego de que saliera con su hermano Michel de la casa a la que recientemente se habían mudado, en el colonia Quintas del Nazas; Michel iría a entrenar futbol a la Unidad Deportiva de Torreón, Fanny seguiría su camino para acudir a un partido de básquetbol en el Colegio América.
Ambos tomaron un camión, pero él se bajó primero para ir a su entrenamiento, entonces Fanny siguió su camino sola; llevaba todavía puesto su uniforme, una pantalonera gris con franjas delgadas rojas en los costados y la playera con el escudo del Colegio Español, en la espalda colgaba su llamativa mochila de peluche con la forma de un conejo color rosa.
Se dijo que Fanny sí estuvo en dicho partido en el colegio América, pero al salir de ahí, se dirigió a casa de un amigo para devolverle un discman que le había prestado y no lo encontró, por lo que decidió ir a buscar a otra amiga y a la mamá de ésta, le pidió dos pesos prestados para completar el camión de regreso a casa.
La señora se los dio e incluso la vio caminar hacia la parada del camión, que estaba ubicada en la Calle 28 casi esquina con Matamoros, fue ahí donde se le vio por última vez.
Al parecer, la jovencita nunca se subió a algún autobús, al menos así lo indicaron los choferes de las diferentes unidades de la ruta que fueron interrogados; ahí empezó la desesperación de la familia, con la espera de su hija que nunca llegó. Comenzaron a buscar por su cuenta los padres y hermanos, pero al día siguiente decidieron reportar la desaparición ante las autoridades.
Comienzan las investigaciones
Luego de dar aviso a las autoridades y comenzar con la búsqueda, Silvia Ortiz dio a conocer que unos seis meses antes de su desaparición, Fanny le había comentado que en las calles aledañas a la casa donde vivían anteriormente, se había percatado de que alguien le tomaba fotos desde el interior de un automóvil; en esa ocasión corrió y el auto la siguió por unos minutos. Nunca prestaron atención al incidente, pero pudo haber estado relacionado con un posible secuestro.
Después se informó que tres personas a bordo de una camioneta Cherokee se la llevaron, cuando ella se encontraba caminando por la calle 28, ubicada entre Morelos y Matamoros, donde se dispondría a abordar el camión.
Días después de la desaparición de Fanny, cuando sus padres se encontraban pidiendo apoyo para la búsqueda, se encontraban en un restaurante y ahí, les depositaron un mensaje anónimo en la caja donde estaban recaudando el dinero; alguien escribió que habían llevado a su hija a Matamoros, Tamaulipas, con la finalidad de trabajar en un table dance.
Además, en declaraciones incluidas en la averiguación previa, se señaló que ese 5 de noviembre que Fanny desapareció, hubo una fiesta en un cabaret de nombre Club Fox, en la cual supuestamente la habían visto en compañía de otras jovencitas arriba de una camioneta.
En dicho lugar se encontraban distintos autos con placas de Tamaulipas y se consideró que de ahí se habían llevado a la menor.
Después, Silvia y Óscar, padres de la niña, recibieron una filtración en la que se señalaba que la investigación se había desviado; un comandante del Grupo Antisecuestros en Torreón, indicó que la atención se centrara en un tema de trata de personas.
Pocos indicios de su paradero
Tras muchos años de angustia y desesperación, de no tener avances ni indicios del paradero de la jovencita originaria de torreón, Alicia Pérez Duarte, ex fiscal de Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas, declaró se tenía planeado un operativo para rescatar a Stephanie Sánchez Viesca en Estados Unidos, pero que no se le permitía llevar a cabo sus funciones y renunció.
Señalaba que Fanny había sido localizada en Estados Unidos seis años atrás, es decir, en el año 2014. En ese entonces declaró que la habían visto en un domicilio y que confirmaron su ubicación, solicitó el auxilio consular para actuar fuera de México, sin embargo, recibió la orden de abortar dicho operativo.
Y el año pasado, 2023, los padres de Fanny estuvieron realizando labores de búsqueda en un lugar donde se les informó que presuntamente había sido enterrada; es en el límite de Torreón con Matamoros y ahí estuvieron tratando de encontrar algún indicio de la presencia de su hija, sin éxito alguno.
Sin embargo, buscarán recibir una nueva orden federal que les permita seguir buscando en las inmediaciones de ese punto al que acudieron. Pero son las únicas pistas que se han tenido y no son muchas durante los últimos cuatro años.
Versiones sobre la desaparición
A lo largo de este tiempo han surgido diversas versiones sobre qué ocurrió con la joven Fanny; una de las más difundidas fue aquella que aseguraba que un integrante de Los Zetas la capturó para entregársela a Heriberto Lazcano, El Lazca, quien en ese momento era el líder de dicho grupo del crimen organizado.
Sin embargo, Silvia la madre de Fany, salió a desmentir que su hija estaba con un narco. Pero fue una de las versiones que cobró más fuerza, cuando incluso se dijo que había sido secuestrada por "El Comandante Ardilla".
También, la ex fiscal federal para delitos contra las mujeres, Alicia Pérez Duarte, en su momento señaló que había sido secuestrada por dicho grupo criminal y que habría tenido un hijo en Estados Unidos.
Otro dato que llegó hasta la familia Sánchez Viesca Ortiz, fue que su pequeña había sido secuestrada por miembros de los Zetas con la presunta complicidad del entonces Grupo Antisecuestros de Coahuila.
El nombre de Heriberto Lazcano no figuraba en el expediente del secuestro de Fanny; las declaraciones de testigos e informantes identificaban al captor como “Z 3”, “Z 7”, como también se le identifica a“ alguien pesado”.
Años más tarde, Silvia dijo que existen distintos posibles motivos por los cuales su hija sigue desaparecida; uno de ellos puede ser la prostitución, debido a que cuando las tienen contra su voluntad para este fin, se encuentran vigiladas en todo momento o que simplemente se adaptan a ese estilo de vida.
Incluso, María Elena Solís, presidenta de la Asociación Mexicana de Niños Robados y Desaparecidos, ha dicho que en los últimos años ha repuntado de manera alarmante, la cantidad de desapariciones de jovencitas para ser integradas a redes de trata con fines de servicios sexuales, para su participación en actividades del crimen organizado o bien, como parejas de los líderes de estas organizaciones criminales.
Durante los primeros meses de búsqueda, en el estado de Tamaulipas se colocaron carteles de búsqueda con fotos e información de Fanny; éstos desaparecían casi inmediatamente y esto, era muy sospechoso.
De igual forma, en una ocasión que Silvia estaba allá en un hotel, vio a varios hombres salir de su habitación y al regresar, encontró todo desordenado y revuelto.
En noviembre del 2021, Silvia narró que se dieron cuenta de la falta de dos tomos completos, de mil hojas cada uno, los cuales formaban parte de la investigación. Y así como esto, varios han sido los hechos que han mantenido este caso en la impunidad y el misterio durante 20 largos años.