Lo daban por muerto en Chiapas y 8 años después lo encuentran en Torreón: La historia del “Guanatos”

Lagunero se encargó del reencuentro y le dio una segunda vida al joven de la calle

Alberto Triana | El Sol de La Laguna

  · jueves 4 de enero de 2024

“Guanatos” ingresó a una clínica para desintoxicarse. / Foto: Alberto Triana | El Sol de La Laguna

Torreón, Coahuila. – Hace más de ocho años, un joven llegó al ejido San Antonio de los Bravos en Torreón y los habitantes sabían que no era de ahí, pero lo “adoptaron” y lo conocían como el “Guanatos”, ya que en un inicio mencionó que venía de Guanajuato.

Era una persona que trabajaba y ayudaba a la comunidad, sin embargo, con el paso del tiempo, cayó en la drogadicción y terminó en situación de calle.

Un ciudadano, llamado Mario Fabián de la Rosa García, se acercó para saber dónde dormía y ayudarlo.

“Y aquí a espaldas del ejido, donde era el campo de futbol, él hizo su casita de hule. Él se dedica a barrer a los vecinos de la calle 5 de Mayo y en un día de estos, que lo vi más o menos cuerdo, le pregunté por su nombre y de dónde era”.

Respondió que se llamaba Marvin Alejandro García López y que era del ejido Álvaro Obregón de Chiapas.

“Me puse a indagar y, efectivamente, sí existe el ejido y está en Tapachula. Después empezamos a contactarnos con personas que lo conocieron en aquella comunidad, hasta que me habla su hermana María del Carmen García López y dijo que estaba muy emocionada por encontrarlo”.

Y es que María del Carmen comentó que hace ocho años se salió del ejido y nunca volvieron a saber de él, y lo daban por muerto.

Marvin Alejandro García López, conocido como “Guanatos”. / Foto: Alberto Triana | El Sol de La Laguna

“Me dijo que se había ido cuando era menor, tenía 16 años. En el transcurso de ese tiempo su madre falleció sin poder volver a verlo”.

Mario Fabián les mandó fotos para demostrar que se trataba de la misma persona y les explicó su actual condición.

Su familia es de bajos recursos y se vinieron en raite con un trailero, como pudieron, les tocaron muchas tragedias en su viaje, pero llegaron a Torreón, les di hospedaje y comida”.

No obstante, “Guanatos” no se pudo regresar ya que, por recomendaciones de especialistas y autoridades del DIF, tenía que entrar en un proceso de desintoxicación.

“Sí los reconoció, sabía que eran sus familiares, pero no quería regresarse, por eso nos sugirieron meterlo a una clínica de rehabilitación”.

“Me platicó que le hacían misa, pensando que estaba muerto, hasta que supieron que estaba aquí en Torreón”.