Francisco I. Madero, Coahuila. – Una maestra alertó a una madre de familia de lo que estaba pasando al interior del Instituto Educativo Nana´s, ubicado en el número 12 de la calle Capitán Emilio en colonia Obrera de Francisco I. Madero.
Y es que cada vez eran más los niños que llegaban a sus casas con signos de violencia, como moretones, rasguños y hasta sangrado, sin embargo, el personal del plantel decía que se caían, se peleaban entre ellos o pasaba algún otro accidente.
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Pero no, la realidad es que los golpeaban y humillaban, y muestra de ello son las fotografías reveladas por los papás y mamás de las víctimas.
Antonio Rentería, tras saber el horror que vivían los infantes, le preguntó a su niño y él señaló más detalles.
“Me dijo que los regañaban volteando a la pared y agachando la cara. Pero mi hijo también platicó más cosas, porque logró ver y puede decir nombres y todo, y señala a su maestra Liz, que es la presunta responsable en el grado donde está mi hijo, pero hay más maestras involucradas y la directora no ha querido dar la cara”.
En ese contexto, mencionó que ya acudió la Procuraduría de los Niños, Niñas y la Familia (PRONNIF) para notificar de la denuncia y no los quisieron recibir, por lo que tuvo que intervenir Seguridad Pública.
“Pero no los dejaron entrar. Nuestro miedo es que alteren o limpien el cochinero de instalaciones que tienen, pues exigieron una orden de un juez para ingresar”.
“Vamos a llegar hasta al fondo, hasta instancias estatales y nacionales. No puede estar pasando esto en ninguna institución pública o privada, en este caso el Nana´s es privado”.
Dijo que algunas de las víctimas tienen alguna capacidad especial, lo que los hace más vulnerables.
Lamentó que pese a las denuncias y alrededor de 30 infantes afectados, el Instituto Educativo Nana´s no ha sido clausurado y tampoco hay detenidos.
Ana Martínez es otra madre de familia que denunció la violencia hacia su niño, a quien le tuvieron que poner tres puntadas en una herida.
“Me dijeron que supuestamente se cayó de un carrito que tenían en el patio. Me habló la maestra para decir que solo era un raspón, pero le hicieron 3 puntadas en la herida. La directora nunca dio la cara, ni me preguntaron a dónde lo llevé, ni si cubría algo el seguro que pagas cuando ingresan, cuando los inscriben”.
Otro padre de familia, que prefirió el anonimato, aseveró que los bañaban con agua fría y los amarraban a las periqueras para que los menores no se movieran durante toda la mañana.
“Y lo hacían por supuestamente castigarlo, pero realmente las maestras disfrutaban humillarlos”.