Gómez Palacio, Durango.- Una pelea entre la madre y el padre de un bebé terminó con este último muerto. El menor de edad falleció “por causas naturales”, pero tenía huellas de violencia.
El caso, que ya es estudiado por la Unidad Especializada en Investigación de Niñas, Niños y Adolescentes del Centro de Justicia para los Niños, Niñas y Adolescentes, ocurrió el pasado 9 de septiembre.
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De acuerdo con lo que declaró la madre del bebé, una menor de 16 años de edad, todo inició la tarde-noche del 8 de septiembre, cuando ella discutió con su pareja, de 21 años.
Como resultado de lo anterior, decidió salir de la casa que comparte con su pareja e irse a dormir con su madre, dejando al bebé al cuidado del papá.
Sin embargo, la mañana siguiente, cuando acudió a su casa, se percató de que el bebé no respiraba, por lo que alarmada pidió la presencia de paramédicos de la Cruz Roja, quienes al llegar declararon al pequeño muerto pues no tenía signos vitales.
En consecuencia se inició la investigación correspondiente, pues si bien se halló que el bebé sufrió “muerte de cuna”, conocida medicamente como muerte súbita del recién nacido”, este tenía huellas de violencia.
Entre las señas de que había sufrido maltrato se encontró que el bebé tenía una fractura en una de sus piernas, así como lesiones diversas en el rostro y su mano.
Por lo anterior, se procedió a detener a la menor, pero esta pudo demostrar que también sufría de violencia a manos de su pareja, ya que tenía diversas huellas que así lo comprobaban.
Así, ella fue puesta en libertad y la averiguación giró hacia el padre del bebé, quien es señalado de los delitos de omisión de cuidados, así como lesiones y violencia familiar.
INVESTIGAN TAMBIÉN MUERTE DE BEBÉ DE 4 MESES
El pasado 12 de septiembre también se registró el fallecimiento de otro menor de edad de cuatro meses, quien también se encontró que sufrió muerte súbita del recién nacido, pero igualmente tenía huellas de violencia.
En este caso en particular es la mamá la que es investigada; no obstante, se destaca que tanto ella como la bebé estuvieron bajo resguardo del Sistema DIF por un año al sufrir violencia familiar.