Cuando la madre llegó a la escuela secundaria para recoger a sus hijos, desde lo lejos los vio tirados, en un charco de sangre, uno de los jóvenes se quejaba, el otro ya no respondía. Los menores de 13 y 15 años habían sido apuñalados por otro alumno y el de 13 años de edad murió.
La tragedia ocurrió afuera de la Escuela Secundaria Batallas de Celaya ubicada en la avenida La Arboleda, en la colonia Valle de los Naranjos Tercera Sección, de Celaya.
Cerca de la una y con 40 minutos de la tarde de ayer se reportó al Sistema de Emergencias 911, sobre dos menores lesionados por arma punzo cortante durante una pelea, a unos metros de la secundaria.
Policías llegaron a la zona y se percataron de los chicos sobre el suelo; uno de ellos se quejaba y el otro ya no respondía.
Los papás que fueron por sus hijos quedaron consternados al ver la escena y pidieron apoyo de ambulancias. Minutos antes de las dos de la tarde paramédicos de la Cruz Roja acudieron al lugar y atendieron a los jóvenes, sin embargo, registraron que el chico de 13 años de edad ya no presentaba signos vitales ya que tenía una lesión en el tórax.
Los hermanos fueron identificados como, Cristian “N” de 13 años, quien falleció en el lugar y Julio “N” de 15 años, quien fue trasladado al hospital por una herida de arma blanca en la costilla del lado izquierdo.
AGRESOR HUYE CON AYUDA DE SU PADRE
Vecinos comentaron a los policías que el agresor huyó entre las calles, por lo que de inmediato realizaron un operativo y lograron detener al presunto responsable de 15 años de edad, quien intentó huir en un vehículo con la ayuda de su padre.
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Según datos de la Policía Militar entre sus pertenencias le encontraron una navaja, negra. Agentes en Investigación Criminal realizaron las indagatorias y entrevistaron a testigos y familiares.
MADRE DEL NIÑO FINADO NO PUDO ACERCARSE AL CUERPO
La mamá de los hermanos reconoció a Cristian “N” cuando lo vio tirado, boca abajo, pero ya no se pudo acercar a la escena del crimen porque estaba acordonado con cinta amarrilla y custodiado por seguridad pública.
Peritos fijaron las evidencias, levantaron indicios y tomaron fotografías del lugar, para integrarlos a la carpeta en investigación y establecer una mecánica de la agresión.
Médicos forenses se hicieron cargo del cuerpo para realizarle la necropsia.