Torreón, Coahuila. – Eran alrededor de las 9:00 horas del 21 de enero del 2012 cuando Georgina Aranda Contreras recibió una llamada en la que unos secuestradores le dijeron que tenían a su hija Thania Sánchez Aranda.
Media hora después le volvieron a marcar para exigirle 300 mil pesos para liberarla, a las 09:45 le comentaron que tuviera listo el dinero, a las 13:30 se la pasaron para que confirmara que se trataba de ella y a las 16:00 horas le preguntaron cómo iba con la cantidad y como no la tenía le advirtieron: “aténganse a las consecuencias”.
Este domingo se cumplen 12 años sin ver, escuchar y ni abrazar a la joven, que en aquel entonces tenía 22 años de edad y era estudiante del Instituto Tecnológico de La Laguna.
Thania, junto con su novio Juan José Flores Herrera, acababan de dejar a una amiga en Francisco I. Madero y venían de regreso a Torreón, sin embargo, al vehículo en el que se trasladaban se le ponchó una llanta, por lo que tuvieron que detenerse y, en ese momento, llegaron hombres armados y los “levantaron”.
Fue hasta el 2017 que Georgina se enteró que habían localizado restos de su hija en una fosa del ejido Santa Elena de San Pedro de las Colonias, como una mandíbula y una pieza dental.
No obstante, al dolor de no encontrarla se le sumó la mediocridad de algunas autoridades, pues resultó que la mandíbula no era humana, se trataba de un animal.
Eso lo hizo Central ADN México, laboratorio contratado por la actual administración del Gobierno Federal, el cual, incluso, fue denunciado por lucrar con el sufrimiento de los familiares de los desaparecidos.
El diente, que sí se confirmó, dejó una esperanza desde aquel año.
Después, en el 2020, vía WhatsApp, le avisaron que la tenían unos sicarios en Canelas, Durango, incluso todas las características físicas coincidían y hasta datos de su familia que no cualquiera sabe, pero no obtuvieron el apoyo para ir a buscarla.
También le indicaron que era víctima de trata de personas en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y que pedía dinero en las calles de Chihuahua.
Lo cierto es que Georgina y Julio Sánchez Pasillas, papás de Thania, siguen en la lucha y hasta crearon la Caravana Internacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas A. C.
“Son 12 años de mucho dolor e impotencia de no saber de ella. Su ausencia me duele, pero la busco incansablemente”, comentó Aranda Contreras.