La Región Sureste de Coahuila ha sido testigo de una serie de trágicos accidentes en las carreteras, dejando un rastro de luto y dolor en varias familias. Desde la pérdida de un operador de pipa en la carretera Saltillo-Zacatecas hasta colisiones fatales que involucraron a jóvenes y familias enteras, estos incidentes son un recordatorio sombrío de los peligros que enfrentamos en las vías.
El 15 de febrero, un fatal accidente en la carretera Saltillo-Zacatecas cobró la vida de un operador de pipa, desencadenando una respuesta inmediata de los equipos de emergencia. El incidente, que ocurrió cerca del ejido Tanque de Emergencia, movilizó a los servicios de rescate luego de recibir llamadas de auxilio alrededor de las 12:20 del mediodía.
Solo un día después, el 16 de febrero, otro trágico suceso sacudió a la comunidad. En el kilómetro 96+500 de la carretera Monclova-Saltillo, un joven de 27 años, identificado como Antonio Moreno Ruíz, hijo del comunicador Toño Moreno, perdió la vida en un choque frontal contra un tráiler. El impactante accidente conmocionó a familiares y amigos, quienes expresaron su pesar en las redes sociales.
La mañana de ese mismo viernes, un accidente en la carretera libre de Monterrey a Torreón, específicamente en el kilómetro 158, dejó como saldo una persona fallecida y un lesionado grave. La velocidad excesiva y el pavimento mojado fueron identificados como las causas del trágico suceso por la Guardia Nacional.
Finalmente, una familia zacatecana vivió una tragedia en la carretera Saltillo-Zacatecas, kilómetro 302, cuando la camioneta en la que viajaban chocó contra un tráiler debido a las condiciones de pavimento mojado. Artemio Candelario, de 69 años, perdió la vida en el accidente, mientras que seis miembros de su familia resultaron heridos y fueron trasladados al Hospital General de Saltillo.
Estos desgarradores eventos nos recuerdan la importancia de la seguridad vial y la responsabilidad al conducir. Ante este panorama, es fundamental tomar medidas para proteger nuestras vidas y las de quienes nos rodean. Priorizar el bienestar y la seguridad en las carreteras es responsabilidad de todos.
Siempre recordemos los principios básicos de conducción segura:
- Mantener el vehículo en óptimas condiciones mediante un mantenimiento regular.
- Practicar una conducción defensiva, anticipando situaciones de riesgo y evitando distracciones.
- Respetar las condiciones del clima y ajustar la velocidad en consecuencia.
- Utilizar el cinturón de seguridad correctamente en todo momento.
- Respetar las señales de tráfico y las normativas de tránsito.
- Reducir la velocidad en zonas de construcción y seguir las indicaciones de los trabajadores.
- Estar preparado para emergencias llevando un kit de emergencia en el vehículo.
- Practicar la cortesía y el respeto hacia los demás conductores en la carretera.
- Evitar distracciones manteniendo los dispositivos electrónicos fuera del alcance mientras se conduce.
La seguridad vial es un compromiso compartido que requiere la colaboración de todos. Hagamos de nuestras carreteras un lugar más seguro para todos los que las recorren.