Diego Urik fue sentenciado con la pena máxima por el delito de feminicidio: 50 años de prisión por haber asesinado a Jessica González Villaseñor el 21 de septiembre de 2020.
Luego de decenas de audiencias, más de 100 pruebas y un largo desfile de testimonios, el juez Ariel Montoya Romero llegó a esa conclusión, pues encontró que el acto se llevó a cabo con crueldad, misoginia, alevosía, engaño y brutalidad física. Amparado en el artículo 120 del Código Penal del Estado, determinó que la pena sea la más alta, de la cual el acusado ya ha cumplido poco más de dos años.
Afuera de las salas del Poder Judicial, en un anexo del Penal de Mil Cumbres, se dieron cita mujeres feministas que durante todo el proceso exigieron justicia y que ahora celebraron la decisión del juez.
También lo celebró la familia de la víctima encabezada por la señora Verónica Villaseñor, que en todo este proceso dijo que las leyes mexicanas "son estúpidas" porque dan muchas oportunidades a los victimarios, aunque todas las evidencias sean en su contra.
Con la jornada de hoy concluye uno de los casos judiciales más mediáticos de los últimos años, pues se sumó a la ola de feminicidios que azota a todo el país y del que Michoacán no es ajeno.
Publicado originalmente El Sol de Morelia